Frente
al culto a Bolívar, conviene hacer algunas evaluaciones históricas respecto a al
desempeño moral del Libertador en el ámbito militar. Para ello, podemos
valernos de la doctrina de la “guerra juta”, originalmente formulada por
pensadores católicos (San Agustín, Santo Tomás de Aquino, Vitoria), pero
también por protestantes (Hugo Gorcio), y en fechas más recientes, filósofos
laicos (Michael Walzer).
La
doctrina de la guerra justa se divide en dos. El ius ad bellum especifica cuándo hay justificación para iniciar una
guerra. El ius in bello especifica
cómo debe ser la conducta durante la guerra. Muchas de estas especificidades
han quedado establecidas en documentos jurídicos como la Convención de Ginebra.
Pero, el hecho de que en el siglo XIX no existía la Convención de Ginebra, no
excusa los crímenes de guerra que se pudieron cometer en aquella época. Pues,
las nociones de guerra justa son bastante más antiguas, e incluso, varios
filósofos postulan que estas nociones están inscritas en el derecho natural, de
forma tal que no necesitan ninguna formalidad jurídica positiva para estar en vigor.
El ius ad bellum exige que, para iniciar
una guerra, debe haber una causa justa, recta intención, proporcionalidad,
agotamiento de diplomacia, declaración por una autoridad competente, y probabilidad
de éxito. La gesta de Bolívar cumplió algunos de estos requisitos, pero no
todos.
Sí hubo una causa justa:
el régimen colonial español era opresivo, en tanto España era una monarquía
absolutista que imponía monopolios mercantilistas a sus colonias, no concedía
igualdad jurídica a los nacidos en América, no les permitía ejercer cargos en
la administración pública, cobraba tributo adicional a los indígenas, y
permitía la esclavitud. No obstante, cabe advertir que, al menos en un inicio,
Bolívar se planteó la lucha armada sólo para favorecer los intereses de la
casta criolla (en parte eso explica por qué las masas de pardos se unieron al
realista Boves); sólo tardíamente incorporó la emancipación de esclavos a su
causa, y lo hizo muy vagamente.
Aparentemente, hubo
una recta intención en la conducta de Bolívar: genuinamente el Libertador
inició una guerra con la intención de alcanzar la libertad. Algunos críticos,
como Marx y Madariaga, han colocado esto en duda, y señalan que en verdad
Bolívar era un megalomaníaco que inició una brutal guerra, sólo para su deleite
de gloria personal. El problema, no obstante, es que no estamos dentro de la
cabeza de Bolívar para saber cuáles eran sus verdaderas intenciones, y en
función de esto, conviene no tomar en cuenta este criterio en el ius ad bellum, como de hecho, han
recomendado muchos filósofos morales de la guerra más recientemente.
El criterio de
proporcionalidad es bastante dudoso en el desempeño moral de Bolívar. La guerra
de independencia de Venezuela fue brutal, diezmó a la población, y la época que
siguió a la independencia fue desastrosa, en medio de caos, anarquía y
caudillismo. Eso suscita muchas dudas sobre la proporcionalidad de la guerra
que promovió Bolívar: ¿valió la pena tanto sufrimiento y tanta destrucción? Es
una cuestión abierta al debate.
Ante una monarquía
absolutista que estaba decidida a conservar las colonias y su antiguo régimen a
toda costa, no había mucha posibilidad de diplomacia. En ese sentido, Bolívar
sí cumplió con el criterio de agotamiento de diplomacia. Pero, hay un matiz: la
guerra de independencia no siempre fue contra una monarquía absolutista; hubo
períodos en que el enemigo era el Consejo de Regencia, que había redactado la
Constitución de Cádiz de 1812, la cual derogaba (o, al menos, reducía) la
opresión del régimen colonial, e incorporaba a los americanos como ciudadanos
de pleno derecho. Bolívar pudo haber intentado buscar una alternativa diplomática
en el marco de esa constitución, y así, se pudo haber evitado mucho
derramamiento de sangre. Pero, lo cierto es que esa constitución fue violada
muchas veces, el mismo Fernando VII la intentó abolir sin éxito en 1820, y luego
con éxito en 1823.
La guerra de
independencia fue más una guerra civil entre realistas e independentistas, que
una guerra internacional entre España y Venezuela. En ese sentido, no tiene
mucha aplicabilidad el criterio que exige que la guerra sea declarada por una autoridad
competente. Asimismo, la guerra de independencia culminó en un triunfo para el
bando de Bolívar, de forma tal que sí cumplió el requisito de probabilidad de
éxito.
Así pues, con algunos
matices, Bolívar sí tuvo un buen desempeño moral en el ius ad bellum. Pero, en el ius
in bello, su desempeño moral es mucho más sombrío. Hay dos criterios básicos
en el ius in bello: proporcionalidad,
y distinción entre civiles y combatientes. En la guerra, sólo está permitido
matar en combate. No está permitido matar a prisioneros. Y, en combate, sólo
pueden morir civiles como resultado del daño colateral (y sólo si ese daño
colateral es proporcionalmente menor al objetivo militar, y si los civiles no
son objeto directo del ataque).
Bolívar falló en
ambos criterios. Uno de los aspectos más controvertidos de su gesta militar fue
el Decreto de guerra a muerte,
emitido en 1813 durante su Campaña Admirable para conquistar Caracas. La guerra
civil había adquirido un carácter brutal, y Monteverde, el comandante de las
fuerzas realistas, no escatimó en ordenar atrocidades en sus enfrentamientos
contra el bando republicano. Si bien en la guerra de independencia hubo varias
batallas, la mayor parte de los muertos eran víctimas no combatientes en
ejecuciones. Ante las atrocidades de los realistas, Bolívar emitió su infame
decreto, anunciado que, si los españoles no participaban activamente en la
contienda al lado del bando patriota, serían ejecutados. Es decir, Bolívar
amenazó con matar a civiles no combatientes.
Según parece, el
decreto de Bolívar fue más un instrumento de terror psicológico que de
verdadera ejecución, pero con todo, Bolívar ordenó la ejecución de cerca de mil
prisioneros españoles en La Guaira en 1814. Aquello fue, llanamente, una
atrocidad.
Muchos bolivarianos
quieren excusar a Bolívar señalando que Boves y Monteverde fueron los primeros
en cometer atrocidades, y que Bolívar reaccionaba en legítima defensa. Esta
excusa es inaceptable. La doctrina de la guerra justa no acepta la retribución
de atrocidades con más atrocidades. El bombardeo de Hiroshima no está justificado
por la violación de Nanjing; la destrucción de Dresde no está justificada por
el Holocausto. Bolívar no tuvo ninguna necesidad militar en ejecutar civiles y
prisioneros de guerra. Aquello fue más motivado por resentimiento y sadismo.
Pero, incluso si esas acciones sí hubieran contribuido al fin expedito de la
guerra (como, por ejemplo, sí fue el caso con el bombardeo de Hiroshima, o la
marcha al mar del general Sherman en la guerra civil norteamericana), la doctrina
de la guerra justa la seguiría considerando inaceptable. En la guerra, hay reglas
morales, y éstas deben cumplirse a toda costa.
Años después,
Bolívar tuvo un gesto más civilizado, y en 1820, se reunió con el general español
Morillo para convenir el Tratado de
regularización de la guerra, el cual estipulaba un trato humanitario a los
prisioneros y se asumía un compromiso de adhesión a principios morales en la
contienda. Pero, me temo, eso no es suficiente para exonerar sus crímenes de
guerra, y debemos condenarlo moralmente.
Y ¿ Quién justificó la destrucción de Dresde por el Holocausto?. ¿Hubo alguien que lo hizo?. Lo pregunto no de manera retórica, sino porque realmente no me consta ese tipo de justificación.
ResponderEliminar- Otra consideración que quizá podría enlazar con lo anterior, cuando se hace una guerra, aunque se deban respetar unas normas de guerra, se hace para ganarla.
Hola Lluís, gracias por escribir.
Eliminar1. Quizás me expresé mal. Yo tampoco he oído a nadie justficar el bombardeo de Dresde por el Holocausto. Mi punto es que, así como nadie justifica ese bombardeo con la tragedia judía, los venezolanos no deberíamos justificar a Bolívar con las atrocidades de los españoles antes.
2. Es verdad que las guerras se hacen para ganarlas. Pero, yo creo que las reglas están por encima. Los republicanos tenían razón en detener a los fascistas, pero eso no justifica la matanza de Paracuellos.
Interesante post. Ya me imaginaba que la guerra de indepenencia eran en realidad salvajadas de lado y lado. Quisiera hacer algunos aportes:
ResponderEliminar1) Bolivar en sus inicios no tuvo ninguna relevancia o importancia en la declaracion de la guerra de la independencia. Mas que nada lleno un vacio de poder. El no declaro la guerra
2) El Decreto de Guerra a Muerte lo catapulto como lider claro con objetivos claros. Asi como la independencia no la declaro, tampoco la hizo solo. Imagino que habia muchas personas sedientas de venganza por las atrocidades españolas que de inmediato apoyaron a Bolivar. Por supuesto que eso tambien fue un arma de doble filo por que en esos años tambien aparece Boves.
3)No estoy justificando, ni defendiendo a Simon Bolivar. Me parece excelente esta serie de posts que ha hecho desmitificandolo, pero sigue en el culto de darle demasiada importancia y protagonismo a Bolivar de la que tiene en realidad. Yo considero que lleno un vacio de poder. Que era un señor de la guerra que al final perdio por completo el control de todo
Hola Oswaldo.
Eliminar1. Tienes razón en este punto. A decir verdad, no hubo una sola guerra de independencia. Primero, se derrocó al Capitán General de Venezuela sin derramar sangre. Luego, los realistas declararon la guerra y retomaron Caracas. De forma tal que, incluso, fueron lso realistas, y no los patriotas, quienes primero declararon la guerra. Pero, después, desde Colombia, Bolívar lanzó la Campaña Admirable para reconquistar Caracas, y ahí él si fue el encargado de declarar la guerra. De forma tal que, tienes razón en decir que, al inicio, Bolívar no declaró la guerra. Pero, sólo al inicio, pues cuando ya entró en la Campaña Admirable, sí declaró la guerra.
2. Obviamente Bolívar no fue el único protagonista de aquella contienda. Pero, él sí fue el principal encargado de promulgar el documento que hoy conocemos como el Decreto de Guerra a Muerte. Y, de hecho, según recuerdo, el documento sólo lleva su firma.
3. Yo sí creo que Bolívar ruvo protagonismo. Fue un líder indiscutible.
Una ultima cosa. Con Bolivar o sin Bolivar los patriotas iban a devolver golpe por golpe a los españoles o iban a ser por completo aniquilados. Estamos hablando de masas humanas desatadas que a la hora de la verdad les importaba un comino la discucion bizantina de guerra justa. Los caudillos son mas una consecuencia que una causa en realidad. Bolivar solo era un caudillo mas en el momento de la guerra a muerte que al final se convirtio en el caudillo supremo. Durante la campaña admirable controlaba la parte occiental del pais mientras que Mariño controlaba la oriental. Hay mucho a considerar, pero mi punto es que con el decreto de Guerra a Muerte se impuso una cierta legalidad y algunos frenos a la contienda. Creo que eso de condenar a Bolivar moralmente por sus crimenes de guerra es irrelevante y absurdo, no por que sea intocable e impoluto, si no por que hay muchas circunstancias mas que considerar que no estaban bajo su control. Es el principal error, ¡y horror!, del revisionismo historico
ResponderEliminar1. Ciertamente entre los patriotas había sed de venganza. Pero, un líder efectivo y talentoso, como Bolívar, pudo haber puesto orden, y evitar matanzas innecesarias. Así como Bolívar impuso disciplina en sus tropas después del acuerdo con Morillo, él también pudo haberlo intentado al inicio de la Campaña Admirable.
Eliminar2. Es falso que, sin decretar la guerra a muerte, los patriotas iban a ser aniquilados. No habñia ninguna necesidad militar de matar prisioneros (de hecho, en ninguna guerra hay necesidad militar de matar prisioneros).
3. Discrepto también de esto que dices: "con el decreto de Guerra a Muerte se impuso una cierta legalidad y algunos frenos a la contienda". El Decreto de Guerra a Muerte contribuyó a la barbarie, concediendo impunidad a crímenes muy graves.
4. Condenar a Bolívar por sus crímenes no es ni irrelevante ni absurdo. ¿Sería absurdo condenar a Hitler por sus crímenes de guerra? Es cierto que muchas circunstancias no estaban en el poder de Bolívar, pero el Decreto, así como su orden de matar a los prisioneros de La Guaira, sí estuvieron en su poder. El revisionismo histórico no es ningún error. Si estamos dispuestos a condenar los crímenes de Pizarro y Cortés, ¿por qué no hemos de condenar los crímenes de Bolívar y otros?
1)El decreto de Guerra a muerte estaba precedido por el convenio de Cartagena. No fue una declaracion unilateral de Bolivar. En ese entonces actuaba bajo las ordenes de la republica de Nueva Granada. En Enero de 1813 ya se habia acordado en hacer una guerra de exterminio a los españoles por parte de los jefes patriotas. Cuando negocia con Morillo la regulacion de la guerra lo hace como comandante en jefe supremo, durante la campaña admirable era apenas un oficial.
Eliminar2) ¡Si la hay! Si no tienes los recursos, ni los medios para mantenerlod y alimentarlos o los liberas o los matas. Si los libero es muy posible que luego tenga que combatirlos de nuevo. Para no tener que matarlos nesesito recursos para alimentarlos y para tenerlos vigilados. lo ideal seria que engrosaran mi bando o no se conviertan en una amenaza futura. La cruel realidad de la guerra que los pacifistas olvidan es que yo mato para que no me maten. Matar prisioneros me parece mucho mas humano que tenerlos en condiciones infrahumanas de hacinamiento. Boves no solo los mataba, organizaba fiestas sadicas para que sus tropas desahogaran sus frutraciones contra sus antiguos amos
3)Lo que me lleva a este punto. Los Patriotas no fueron mejores, ni menos crueles que los españoles, pero cuando menos Bolivar con el Decreto debio de frenarlos un poco. Yo no me engaño y por supuesto creo que todo el mundo tiene su vena sadica. Boves en sus inicios habia criticado a los patriotas y luego habia sido encarcelado injustamente y vejado. No era un enemigo en sus inicios, pero despues volteo todo contra los patriotas. Lo ideal hubiera sido un lierazgo fuerte que hubiera evitado eso, pero estamos hablando de un caos y una anarquia total. No creo que el decrreto haya contribuido con la barbarie, solo la puso en evidencia
4) Estoy con usted en su labor desmitificadora de la historia y sigo con mucho interes sus posts. A lo mejor me exprese mal. El revisionismo que yo condeno es aquel que por ejemplo niega el holocausto. No busca la verdad, solo busca acomodar el pasado al gusto del momento. Sobre los supuestos crimenes de Pizarro y Cortez o condenar los crimenes de otros veo el problema de que como estas personas estan muertas no se pueden defender. Hitler se suicido presisamente para que no lo juzgaran por sus crimenes, pero el resto fue juzgado en Nuremberg. Yo considero que Bolivar tenia muchos defectos y virtudes. El peor de todos creo que seria el de ser un despota, pero hizo lo que le toco hacer lo mejor que pudo en una epoca distinta a la nuestra y con valores distintos. ¿Pudo haber hecho las cosas de una forma mejor? Lo dudo. Eran esas sus circunstancias, los recursos que tenia a mano y hay que agregar que el nivel de experiencia y madurez que tenia cuando lanza el decreto de guerra a muerte y cuando se entrevista con Morillo para humanizar la guerra son muy distintos. Una cosa es endiosarlo y otra muy distinta es demonizarlo. Me han gustado leer estos post por la forma en que ha logrado humanizar a Bolivar y encuadrarla en la realidad de su epoca. Espero con interes leer nuevos posts
1. Es cierto que en la Campaña Admirable Bolívar estaba de iure subordinado a las autoridades neogranadinas. Pero, de facto, él era el que gobernaba, y al llegar triunfalmente a Caracas, no rindió cuentas a Nueva Granada. En ese sentido, sí podemos postular que su decreto fue obra propia, y no meramente un cumplimiento de órdenes.
Eliminar2. Todos los documentos del derecho internacional, desde las convenciones de la Haya hasta las de Ginebra, prohíben matar prisioneros de guerra. No hay necesidad de liberarlos mientras duren las hostilidades, pero sí hay obligación de mantenerlos vivos y alimentados. Si un bando no tiene esa capacidad, entonces debe rendirse. No hay legitimidad en hacer una guerra, si no se puede cumplir este mínimo requisito. Yo en todo caso dudo de que en la Campaña Admirable fuese una necesidad matarlos. En el caso de los prisioneros de La Guaira, Bolívar dejó muy claro que su decisión obedecía a la retribución por las atrocidades de Monteverde y Boves, y no por una verdadera necesidad militar.
Tu argumento es exactamente el mismo que expuso el general Yagüe tras la masacre de la plaza de toros de Badajoz en la guerra civil española. Yagüe dijo que no podía dejar vivo a ningún prisionero del bando republicano, porque había el peligro de que volvieran al campo de batalla. Los historiadores no han perdonado la atrocidad de Yagüe.
3. No creo que el decreto de Bolívar haya frenado las atrocidades de los patriotas. Más bien las incentivó. Si algún soldado patriota tenía dudas morales sobre matar a no combatientes o a prisioneros, ahora con el decreto de Bolívar se le despejaban, y se sentía autorizado para hacerlo. Es cierto que, sin el decreto, ya había barbarie. Pero, Bolívar, en vez de tratar de ponerle freno, contribuyó aún más a ella.
4. Yo sí creo que Bolívar pudo haber hecho cosas mejores. Pudo haber redactado una constitución menos autocrática para Bolivia, pudo haber perdonado los fusilamientos de Padilla y Piar (ambos pardos), pudo haber evitado el decreto a muerte. Incluso, pudo haber suspendido la guerra y haberle dado una oportunidad al Consejo de Regencia de Cádiz, en espera de que se cumpliera la Constitución de Cádiz de 1812 (en la cual los criollos eran elevados a la par de los peninsulares), aunque, en realidad, esa Constitución se violó desde un primer momento.
Es cierto que cuando Bolívar se encuentra con Morillo es ya maduro, y yo lo elogio por ello.
Gracias por tus palabras. ¿Vives en Caracas?
Vivo en Maracay.
Eliminar1) Antonio Nicolas Briceño es el principal responsable del Convenio de Cartagena y prácticamente el autor intelectual del decreto de Guerra a Muerte. Por supuesto que esto no exculpa a Bolivar como brazo ejecutor, ni como autor material del decreto. Los jefes patriotas estaban convencidos de que era necesaria una guerra de exterminio y Bolívar en esos momentos compartía esas ideas o era abiertamente un promotor de las mismas. Con todo y eso era un oficial a las ordenes de un gobierno constituido pero a la vez un caudillo, alguien que tiene legitimidad frente a sus seguidores en la medida que los lleve a la victoria y tenga un botín que repartir. No niego que haya tenido ambiciones personales y hambre de poder, pero actuaba según las ordenes que le habían encomendado y la política adoptada. No olvide que no había medios ni vías de comunicación directa entre Caracas y Bogota, así que se justifica que tuviera amplia libertad de acción. Mariño en oriente era su igual, pero él había obtenido sus victorias con solo la ayuda de sus partidarios y no respondía ante nadie. La campaña admirable en realidad solo puso a Bolivar en el mapa y lo hizo notar, pero era solo otro caudillo más
2) Bolívar pierde precisamente Puerto Cabello por que un grupo de prisioneros sobornaron a un oficial y tomaron el fuerte. Dudo mucho que los patriotas tuvieran en esos momentos dudas morales a la hora de matar enemigos o que se fueran a contener a punta de decretos o leyes. Mariño en oriente, sin decretar nada, no creo que haya actuado en forma distinta a los patriotas en occidente. El matar a los prisioneros no solo me libera del problema logístico de alimentarlos y tenerlos vigilados, me sirve como medio de intimidación del enemigo. ¡Moralmente por supuesto que lo condeno!, pero como militar en guerra es algo que tengo que considerar en el plano objetivo, no en el plano moral. La convención de Ginebra y la Haya me parecen medidas positivas, pero serian solo buenas intenciones si no existiera un órgano internacional que no las hicieran cumplir. En nuestra época los crímenes de guerra y de lesa humanidad a partir de los juicios de Nuremberg es que han sido tipificados como delitos
3) A la hora de la verdad el decreto fue más un saludo a la bandera que otra cosa, una mera formalidad.No creo que haya incentivado o inhibido nada. Solo sirvió para poner el dedo en la llaga. Usted considera que no sirvió como freno, yo opino de que sí. Hay un gobierno legitimo que hace las cosas en forma abierta y que asume la responsabilidad de sus acciones. Por supuesto que no existían garantías para el debido proceso, ni juicios justos, pero cuando menos se tenia cierto control, un marco legal. Si Bolívar hubiera intentado frenar o inhibir la violencia desatada lo más seguro es que hubiera sido sustituido por otro caudillo mucho más agresivo y brutal... que al final fue lo que termino pasando con Boves.
4) A mi me parece pura profecía para atrás. O inventamos una maquina del tiempo para arreglar el pasado a nuestro gusto o aprendemos de los errores del pasado para no repetirlos. Me parece enfermo que pongamos en el banquillo de los acusados a gente que no se puede defender y simplemente les echemos la culpa de todo lo malo que nos aqueja en el presente, que les echemos la culpa de nuestro fracaso como sociedades. Me gusta la historia, pero me enferma esa actitud revisionista. Desmitificando y humanizando a personajes históricos claves como Simón Bolívar nos evita caer en la manipulación y el chantaje emocional de demagogos como Chavez. Es por eso que soy tan asiduo a leer sus posts.
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EliminarSólo quiero responder al punto 2. Opino que un general de guerra no debe desvincular , el plano objetivo del plano moral. La moral es también objetiva. Y, si para ganar una guerra, es necesario cometer atrocidades, entonces esa guerra no debe realizarse. Michael Wazer (un filósofo muy destacado en la doctrina de la guerra justa), coloca este ejemplo: se recibe fuego desde una casa. ¿Hay que destruir esa casa, o hay que hacer el intento de separar a los civiles de los combatientes? Walzer dice que debe hacerse lo segundo, aun si eso implica un riesgo. En ese sentido, sí, el mantener a los prisioneros era un riesgo (pues, en efecto, los de Puerto Cabelllo se escaparon). Pero es un riesgo que estamos moralmente obligados a tomar.
EliminarMás aún, como digo en el blog, el hecho de que esas acciones no estaban tipificadas aún como delitos, NO las excusa. Pues, me parece, esto forma parte del derecho natural, y no es necesaria ninguna ley positiva para saber que no es aceptable ejecutar prisioneros
Entiendo su punto. Pero yo me puedo dar el lujo de condenar moralmente el hecho, pero un militar debe considerar el hecho en el plano objetivo con frialdad. En el plano ético y moral debe considerar sus bajas y el daño que va a recibir con sus acciones. Entiendo que este en contra del relativismo cultural, pero yo lo estoy con el revisionismo histórico en el sentido de falsear la historia. le pondré este caso:
Eliminar1)A Pablo Escobar le hicieron una cárcel a la medida de donde entraba y salia a su gusto para que se entregara. Continuo desde allí su guerra contra el gobierno. Todo eso se termino cuando finalmente lo mataron. Por supuesto que hay muchas mas cosas a considerar. Mi punto es que moralmente si no tengo los recursos, ni los medios para neutralizar a los prisioneros tengo que liberarlos o matarlos. El problema de liberarlos es que pueden volver mejor armados. La política de Pablo Escobar era del oro o el plomo. Era la elección que te daba "Acepta el soborno o muere asesinado" Moralmente lo ideal hubiera sido capturarlo, juzgarlo y que cumpliera su sentencia en una cárcel de máxima seguridad sin privilegios de ningún tipo. Lo horrible de las guerras es que tenemos que considerar situaciones así y encontrarles una solución, aunque nos repugne en lo moral y ético. Que la gente desesperada por defenderse de la agresión termine siendo igual o peores que los agresores. Por eso hay que estar en contra de las guerras
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ResponderEliminarLos Pastusos recordamos a Bolivar como lo vivieron nuestros ancestros desde 1822 hasta la fecha discurren dos o máximo tres generaciones, a falta de una historia decorosamente escrita la tradición oral se ha encargado de mantener viva la imagen de tirano, criminal, vengativo y déspota del mal llamado libertador aun hoy en las familias sobreviven abuelas, bisabuelas y tatarabuelas (solo nombro mujeres, los hombres fueron aniquilados) quienes tuvieron relación con los muertos cortesía de Bolivar y Sucre quienes tras tomar a sangre y fuego a Pasto diciembre de 1822 escribieron una de las páginas mas vergonzantes de su gesta; hoy se recuerda como la Navidad Negra, dieron la orden y licencia al batallón Rifles, compuesto por mercenarios y bandidos de varias nacionalidades especialmente Irlandeses, para que durante tres días escarmentaran a los traidores a la campaña libertadora.
ResponderEliminarDurante tres días saquearon, asesinaron y violaron; los hombres estaban muertos, ancianos, mujeres y niños fueron presa de su sadismo, a quienes sobrevivieron a la barbarie se les condenó al exilio; rumbo a Guayaquil fueron muriendo de cansancio y enfermedad; solo la bajeza de la venganza inspiraba en Bolivar tan horrendo crimen, pues en mas de una ocasión fue derrotado y tuvo que huir ante el valor de una población que armada de palo, piedras y escopetas defendía sus ideas.
La historia de la independencia maquillada para la idolatría de sus protagonistas, omite y esconde episodios como este y muchos otros.
Me gustaría Dr. Andrade conocer su opinión sobre el racismo marcado del libertador, al cual se le atribuye incluso la muerte de su medio hermano Francisco Piar, y la contradicción ideológica que supone la traición a Miranda por parte de Bolivar, pues no puedo entender desde la lógica “Bolivariana”, porque este lo entrego a la justicia del enemigo (Monteverde) a cambio de un salvoconducto para huir a Cartagena después de ser el mismo Bolivar culpable de la caída de Puerto Cabello.
Hola,
Eliminar1. Sobre Bolívar y el racismo, escibo acá: http://opinionesdegabriel.blogspot.com/2015/09/era-bolivar-racista.html
Acá también: http://opinionesdegabriel.blogspot.com/2015/07/el-temor-de-bolivar-la-pardocracia.html
2. Ciertamente, es plausible pensar que el hecho de que Piar fuese pardo, tuvo que ver en su decisión de fusilarlo, mientras que dejó con vida a Mariño (quien participó con Piar en la conspiración).
3. Bolívar estaba deseoso de la gloria desde un inicio, y presumo que vio a Miranda como un obstáculo. El hecho de que Miranda estuviese ya dispuesto a marcharse, seguramente confirmó la intención que ya Bolívar tenía de desplazarlo definitivamente.