El
inesperado ascenso político de Donald Trump ha reactivado viejos mitos
nacionalistas. En vista de la obsesión de Trump con los inmigrantes, muchos
mexicanos se han hecho eco de la canción de Molotov, aquella que dice: “If not for Santa Anna, just to let you know,
that where your feet are planted would be Mexico” (si no fuera por Santa
Anna, para que lo sepas, que donde están tus pies, sería México). Esto evoca la
idea nacionalista mexicana de que el general Santa Anna vendió la patria, y
entregó a los gringos un enorme territorio que anteriormente era mexicano. Los
inmigrantes no hacen más que regresar a sus tierras de origen.
Frente a
eso, los gringos invocan un mito nacionalista: el de El Álamo. En su versión de
les hechos, EE.UU. no robó territorio a nadie. Santa Anna era en realidad un vicioso
dictador que suspendió la constitución mexicana de 1824 y quiso expulsar a los
colonos anglos de Texas, quienes estaban protegidos por la constitución. Los
texanos de habla inglesa, en vista de esa persecución, se rebelaron. En 1836 Santa
Anna brutalmente masacró a los atrincherados en la localidad de El Álamo. Pero,
poco tiempo después, sus compatriotas, al grito de “Recordad el Álamo”,
sorprendieron a las tropas de Santa Ana en la batalla de San Jacinto, y Santa
Anna tuvo que acceder a renunciar la soberanía mexicana en Texas. Si EE.UU. se
apropió de ese territorio, sugiere este mito, fue por la propia culpa de
México.
Esta
versión de los hechos se presenta en El
Álamo, la película de 2004 dirigida por John Lee Hancock. En el film, el
general Santa Anna no se representa conforme a la imagen estereotípica del
mexicano en Hollywood (chaparrito, bigotón, un poco estúpido y testarudo,
etc.). Pero, a pesar de que es elegante, sí es un personaje brutal y
sanguinario, más afín a un miembro de la SS nazi; suficiente razón para que los
anglos de Texas buscaran independizarse.
Los historiadores
nos informan que Santa Anna sí era caprichoso y sanguinario, pero también que
tenía bastante carisma. De hecho, Santa Anna cayó en desgracia, pero logró
regresar a la vida política muchas veces, precisamente debido al carisma que
inspiraba en muchos de sus seguidores. Muy poco de eso se refleja en la
película.
Los texanos, en
cambio, son todos heroicos. La película presenta a Davy Crockett como el
legendario aventurero, valiente y audaz, quien inspira admiración entre los
propios soldados mexicanos, y quien muere como un mártir ejecutado por el
propio Santa Anna. Históricamente, esto es muy dudoso. La historia de la
ejecución de Crockett es muy tardía (data de 1955, cuando las películas de
Disney explotaban su leyenda), y es posible incluso que hubiese sobrevivido el
acecho a El Álamo.
Es cierto que Santa
Anna fue un dictador, y es cierto que los texanos buscaron su independencia sólo
tras la decisión arbitraria de suspender la constitución de 1824, y decretar la
expulsión de los colonos. En ese sentido, podemos aceptar que la revolución de
los texanos en 1836 fue medianamente justa.
Pero, esa no es
toda la historia de cómo México perdió sus territorios. Texas logró su
independencia, pero diez años después, pidió ser anexada a EE.UU. México no
toleró esa anexión. Las tensiones subieron, y EE.UU. hábilmente buscó un
pretexto para escalar la confrontación. Al final, las tropas americanas
avanzaron hasta la propia ciudad de México, y una vez ahí, se obligó al debilitado
gobierno mexicano, no solamente a entregar definitivamente Texas, sino también
los actuales territorios de California, Utah, Nevada, Arizona y
Nuevo México. No se menciona nada de esto en el film. Una persona ingenua que
vea esta película (como seguramente son muchos de los seguidores de Trump)
creerá que los hechos de la batalla de El Álamo ameritan que esos territorios
sean hoy norteamericanos, y no mexicanos. Pero, no. La anexión de los
territorios no vino con la revolución de Texas en 1836, sino con la posterior
guerra entre EE.UU. y México, la misma que protestaron muchos norteamericanos,
como Abraham Lincoln y Henry David Thoreau.
En la película, se
quiere enfatizar la justicia de la revolución de Texas, dando espacio
protagónico a los propios texanos de habla hispana que, indignados ante los
abusos de Santa Anna, cooperaron con los anglos, lucharon en El Álamo y
apoyaron en la secesión de Texas. Así, el film presenta heroicamente a Juan
Seguín, uno de esos hispanos (a pesar de que no estuvo presente cuando se
concretó la matanza en El Álamo). Seguín, efectivamente, era un hombre de
convicciones liberales que, frente al autoritarismo de Santa Anna, se rebeló.
Pero, lo que no se ilustra en la película es que, una vez consumada la independencia
de Texas, empezaron a llegar nuevos colonos anglos que buscaban deliberadamente
la anexión a EE.UU. Frente a esto, Seguín protestó, y los mismos anglos en
Texas, lo exiliaron. El nacionalismo, como suele ocurrir, sólo cuenta verdades
a medias.
Hola Gabriel, sigo tu blog desde hace un tiempo a raíz de entrevistas que haz hecho a Antonio Piñero, ya que el tema del cristianismo primitivo me es apasionante.
ResponderEliminarAhora que hablas del Álamo, y siendo la Historia de México la entrada a mi gusto por la historia (además de que, pues soy mexicano) permíteme hacerte unas ligeras precisiones a tu texto sobre este evento, sin ningún ánimo de ofender o minimizar tu comentario, sino sólo precisando alguna información que, he leído acá en méxico y que a pesar que es un evento muy poco estudiado por los historiadores mexicanos, definitivamente la literatura al respecto debe ser mayor que en Venezuela.
Primero, la constitución mexicana a la que haces referencia es la de 1824. México inicia su independencia como una monarquía constitucional en un efímero imperio en 1822 que luego de 11 meses se desmorona y toman el control el grupo de insurgentes que pugnaban por una república, hacen un congreso constituyente y se elabora la primera constitución del México independiente, la de 1824.
El asunto de los "colonos" tejanos (con "j"), viene desde poco antes de la independencia de México o menos dónde un grupo de personas buscan colonizar esa parte de México poniéndose en contacto con las autoridades virreinales, luego viene la Independencia en 1821 y en ese entonces el emperador Agustín de Iturbide les da la concesión de colonizar esa región sólo con ciertas condiciones: al ser todos anglosajones y protestantes, debían convertirse al catolicismo, jurar lealtad a las leyes mexicanas y a este punto el tema de la esclavitud se deja a un lado.
Este punto de la esclavitud es muy importante en todos estos sucesos, ya que ninguno de los argumentos expuestos por los tejanos no tiene ningún sustento, pues todo lo que solicitaron se les concedió desde un principio; primero pidieron exención de impuestos que vencieron en dos ocasiones y se les prolongó el tiempo de la exención, luego debido a que para su industria era indispensable la esclavitud, también se les concedió la suspensión de ese artículo en la constitución mexicana, para lo cuál resulta sumamente irónico que el grito fundacional por lo que ellos llaman libertad, en realidad era un grito para mantener la esclavitud que estaba proscrita en México.
Otro punto interesante, es que de los firmantes de la declaración de independencia de Texas, ninguno era tejano. Esto bien lo caricaturiza el novelista mexicano Paco Ignacio Taibo II, diciendo que la declaración de independencia de Texas era el equivalente a que un grupo de 50 mexicanos en un restaurante de Nueva York declararan la independencia del estado de Arizona.
...continúa en el siguiente.
Aquí sigue:
ResponderEliminarDe los muertos en el Álamo que según cifras fueron 187, sólo 2 o 3 fueron tejanos y también es importante aclarar que Santa Anna no ejecutó a 2 negros del fuerte, sino los liberó de la esclavitud, así como lo hizo a su paso por los lugares de población anglotexana.
Otro punto importante es lo que mencionas de Santa Anna. Y contrario a la caricatura que en México se ha dibujado de él, si de algo se caracterizó fue por no ser un sanguinario. México se la pasó en guerra toda la primera mitad del siglo XIX y Santana involucrado en esa vida convulsa y son en realidad muy pocos los casos en donde después de victorias fusiló a enemigos. Él siempre se acomodaba políticamente para sacar ventaja y a lo mucho exiliaba a sus enemigos y detractores. Para el caso de Tejas, Santa Anna los ve como piratas, como traidores a los acuerdos que tenían con el gobierno de México, porque si bien en México ya habían pasado al menos 2 cambios de constituciones del federalismo al centralismo y viceversa, las concesiones a los tejanos siempre se les respetaron, por lo tanto para Santa Anna no había ningún motivo moral de queja por parte de ellos y su intento de independencias sólo buscaba apropiarse de esos terrenos con un pretexto.
Bien comentas que el Álamo es como el germen de lo que vino a ser después la guerra de invasión norteamericana y sobre ese punto te dejo las palabras que el comisionado para la firma de ese tratado, Nicolás P Trist comentó a su esposa, tiempo después:
Al momento de firmar el tratado ... uno de los mexicanos, don Bernardo Couto, me dijo: "Este debe ser un momento de orgullo para usted; tan de orgullo para usted como tan humillante para nosotros". A lo que respondi, "estamos haciendo la paz, que sea ése nuestro único pensamiento". Sin embargo, si esos mexicanos hubieran podido asomarse a mi corazón en ese momento, se hubieran dado cuenta que mi sentimiento de vergüenza como estadounidense era mucho más intenso que el de ellos como mexicanos. Porque aunque no era mi lugar decirlo allí, eso era algo de lo que todo estadounidense de buena razón se avergonzaría y yo lo estaba, cordial e intensamente avergonzado
Gracias, ya corrijo lo del año 1824. Me llama la atención el dato que ofreces sobre la firma de la independencia de Texas. Yo pensaba que Seguín sí estaba entre los firmantes, y que tal como aparece en la película, sí había tejanos hispanohablantes a favor de la secesión.
EliminarÍjole! en verdad es muy vasto y complejo el asunto de Tejas, poniéndolo en perspectiva respecto al desarrollo de ambos países.
ResponderEliminarMira la pérdida de Tejas era inevitable. En 1821 había en Tejas una población de 2500 habitantes, de los cuáles las 300 familias de anglotexanos representaban menos de la mitad. Para 1834, Juán Nepomuceno Almonte (hijo del general insurgente José María Morelos), hizo un censo que arrojó 15400 estadounidenses y 3600 mexicanos. ¿Qué pasó? Pues se establecieron en N York unas cuantas casas especuladoras de tierras y ganado que ofrecían en base a las concesiones mexicanas un montón de acres a quién quisiera ir a radicar a esos lugares. Pa ese entonces se empezaba a rumorar por allá que había oro en Tejas y así, aunado a la abundante agua y terrenos propios para el ganado, se llenó de estadounidenses.
México se la pasó en guerras y a pesar de que hubo muchos intentos de colonizar, en realidad era muy difícil llevar gente a Tejas, así que se optó por "civilizar" concediento permiso a los gringos.
Ahora vamos a Juán Nepomuceno Seguín. En ese entonces era un tipo de 30 años de familia de españoles radicado en Tejas, con muchos acres dedicado al ganado y cosa muy importante, su familia tenía esclavos. Así que pues para la familia Seguín, una tejas independiente haría que subieran los ya depor sí en aumento precio de las tierras.
EN el acta de independencia, no firma Seguín. Sólo firman 2 tejanos (José Antonio Navarro y Francisco Ruiz) de los 58 firmantes, y un mexicano muy interesante del cuál te recomiendo indagues, Lorenzo de Zavala. Zavala era yucateco, y como buen yucateco de aquel entonces, de ideas liberales y admirador de los EEUU. Había sido colaborador de un par de gobiernos mexicanos. Hombre de una erudición extraordinaria del cuál aún se estudian sus libros de historia de "las revoluciones de México". Para 1830, Zavala tenía terrenos en Tejas y amante de las ideas gringas, pues se hace partidario de la independencia de Tejas. Por estas razones verás calles Zavala en Texas y acá en México ninguna, pues fue un "traidor".
Sobre las razones de los texanos, si lees su Declaración de Independencia, dicen que están ofendidos por que el gobierno de México les ha coartado su libertad (...de tener escalvos), que no los dejan rendir su culto y que han encarcelado a Stephen Austin y que rechazan el gobierno centralista de Santa Anna y que sólo reconocen la constitución de 1824, que para variar tampoco respetaban, pues tal constitución establecía como culto obligatorio el católico, y prohibía la esclavitud. Así que pues su argumento fue una sarta de mentiras.
Déjame te comento algunas cosas de Santa Anna.
Este señor tuvo una vida tan interesante y contradictoria en sus inclinaciones políticas que bien pudieran rayar en la comedia, ya que fue monárquico, luego republicano luego centralista y así se la pasó cambiando a donde soplaran los vientos, pero esto es lo que dice al momento de hacer su ejército para recuperar Tejas:
"El gobierno de EEUU pretende reclapar parte de nuestro territorio y en apoyo de su pretensión ha instigado secretamente y aún auxiliado, hace largo tiempo, movimientos revolucionarios en aquella región. Son ellos quienes han fomentado los actuales disturbios..."
Ésta era la causa que todos conocían. Y luego ahí te va la famosa frase del autonombrado Napoleón del Oeste:
"yo marcharé personalmente a someter a los revoltosos y una vez que se consume este propósito, la línea divisoria entre México y los EEUU se fijará junto a la boca de mis cañones..."
Una pequeña muestra del manejo de la retórica y propaganda de Santa Anna.
Bueno, creo ya me extendí mucho. Cualquier otra duda no dudes en preguntar.
Saludos!
"Contrariamente a la mitología popular y a la espuria historia de la Ficción Cinematográfica del Hombre Blanco, la historia de El Álamo no es la historia de un combate por la libertad. Es la historia de una lucha por la esclavitud. Es importante que consideremos honestamente nuestras mitologías culturales e históricas para poder aprender de ellas. Al perpetuar los antiguos mitos, creamos una plataforma estancada y peligrosa que impide nuestro crecimiento cultural y artístico como sociedad." http://www.rebelion.org/hemeroteca/imperio/040412santina.htm
ResponderEliminarNo niego eso, pero el ataque a el álamo fue también un ataque a la libertad de culto, y un intento de imponer el catolicismo
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