jueves, 7 de abril de 2016

Dos ideas sobre los papeles de Panamá

            La noticia de los llamados “Papeles de Panamá” (la masiva filtración de documentos que revela cómo muchas personalidades de la política, el deporte y el entretenimiento han ocultado sus grandes fortunas en paraísos fiscales), generó en mí la reacción del común de la gente: indignación total. Nosotros los pendejos pagamos impuestos, mientras que los grandes magnates atesoran sus fortunas en lugares recónditos.
            Pero, como bien decía Sócrates, la vida no examinada no merece ser vivida. Y, en este sentido, después de esa primera reacción ante el escándalo de los papeles de Panamá, amerita reflexionar el asunto con un lente filosófico. Tras esa reflexión, se me vienen a la mente dos ideas.

            En primer lugar, este asunto me ha hecho reconocer la urgencia de ofrecer atención filosófica a la moralidad de los impuestos. El sentido común dicta que los impuestos son necesarios. Pero, las justificaciones filosóficas de los impuestos nunca me han resultado convincentes. Robert Nozick (junto a Murray Rothbard y otros de esa estirpe intelectual) ha ofrecido ingeniosos argumentos para defender la tesis de que el cobro de impuestos es afín a la esclavitud. Al quitar forzosamente una porción de propiedad a una persona, se la está despojando del trabajo con la cual consiguió esa propiedad. Y, apropiarse del trabajo de los demás es una forma de esclavitud. Es irrelevante si el cobro de impuesto es decidido democráticamente, pues la esclavitud también podría decidirse democráticamente, pero eso no la haría legítima. Es también irrelevante si el propio contribuyente fiscal recibió los beneficios del Estado de bienestar; si el esclavo recibe buen trato de su propio amo, eso seguiría sin justificar la esclavitud.
            Si el cobro de impuestos, como dice Nozick, es efectivamente una forma de esclavitud, entonces los evasores fiscales que aparecen en los papeles de Panamá no son reprochables. Más bien son héroes que consiguieron una forma de escapar de la esclavitud. Muchos nos quejaremos que de que es injusto que ellos sí logren evadir impuestos, mientras que el resto de nosotros seguimos pagando como perfectos idiotas. Pero, el hecho de que un esclavo logre escapar de su amo, mientras que los otros esclavos siguen trabajando, de ningún modo hace inmoral al esclavo que ha conseguido huir.
Vale mantener presente que, en el pasado, hemos elogiado a muchos evasores fiscales. Los revolucionarios norteamericanos de 1776 organizaron su revuelta, en oposición al impuesto del té. Gandhi fue a la cárcel por negarse a pagar el impuesto a la sal. Tantos los revolucionarios norteamericanos de 1776 como Gandhi recibieron beneficios de sus propios Estados, pero con todo, seguimos sintiendo simpatía por ellos. Presumiblemente, se dirá que los impuestos que el imperio británico cobraba son injustos, mientras que los impuestos que evaden los magnates de los papeles de Panamá, sí son justos. Pero, es necesario precisar dónde se traza la línea. Se podrá decir que la evasión de Gandhi fue justa, porque él era un hombre muy pobre; en cambio, lo que hace alguien como Leonel Messi es muy injusta, porque él es un magnate. Pero, los argumentos de Nozick  atañen a la consistencia moral de los principios libertarios, y no a meras cuestiones de cantidad; la esclavitud es inmoral, independientemente de si el esclavo es pobre o rico.
Ciertamente, la evasión fiscal es ilegal; aunque no todos los que aparecen en los papeles de Panamá han hecho fechorías, y si no han cometido actos ilegales, no deberíamos reprocharles nada, pues no debemos aspirar a que una persona pague más allá de lo que la ley exige. Pero, aun el caso de acciones ilegales, si Nozick tiene razón en que los impuestos son una forma de esclavitud, entonces hay un deber moral superior de resistir leyes injustas, del mismo modo en que lo hicieron Gandhi y los revolucionarios de 1776.
En fin, yo no me atrevo a suscribir las ideas libertarias de Nozick, pero sí a considerarlas, y a ofrecerlas como reto intelectual a quienes están muy confiados en reprochar a los evasores fiscales. Muchas veces asumimos de plano que el cobro de impuestos es un mal necesario y que tiene justificación moral. Pero, los argumentos de Nozick para equiparar la esclavitud con el cobro de impuestos son meritorios, y si buscamos reprochar a los evasores fiscales, deberíamos primero tratar de refutar filosóficamente los argumentos de Nozick.
 La segunda idea que se me ha venido a la mente tras reflexionar sobre los papeles de Panamá, tiene que ver con la soberanía. En vista de la indignación mundial que ha generado este escándalo, se pide a gritos la eliminación de los paraísos fiscales. Vale. Pero, curiosamente, estos gritos suelen venir de la izquierda, el mismo sector político que, frecuentemente, invoca también el principio de soberanía de cada país. Y, si la soberanía es un principio tan importante, entonces cada país es soberano de decidir si cobra o no impuestos a quienes abran cuentas bancarias en sus territorios, y si comparte o no esa información con otros países. Si nos quejamos de que la OTAN haya intervenido en los asuntos internos de países como Libia, debemos también quejarnos de que los organismos de regulación financiera internacional pretendan entrometerse en los asuntos fiscales de cada país soberano. Yo me inclino a simpatizar con la eliminación de los paraísos fiscales; pero hemos de caer en cuenta de que, para lograr este objetivo, debemos prescindir del discurso soberanista que muchas veces se asume dogmáticamente.

3 comentarios:

  1. Simpatizo con la competencia fiscal porque cumple una función: sirve para incentivar a los Estados a que mantengan los impuestos en niveles aceptables.
    Votar sobre la implantación de la esclavitud sólo sería posible en una democracia procedimental, una democracia que pudiera autodestruirse. No me gusta y hoy no existen. Es más seductora,y más funcional la idea de la democracia sustantiva. Un núcleo de valores y reglas sobre las que no hay soberanía popular.
    En mi opinión, la mejor manera de criticar a Nozick, austriacos y libertarios de distinto tipo es ir a sus presupuestos y su método. Iusnaturalismo y método axiomático deductivo. Funcionan bien como límite negativo pero muy mal como guía del derecho positivo.

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