martes, 20 de diciembre de 2016

"Fresa y chocolate" sembró unas vanas esperanzas

                  La reciente muerte de Fidel Castro ha despertado algún renovado interés en la historia y la cultura de Cuba, y así, decidí ver Fresa y chocolate, quizás la película cubana más famosa. El film, dirigido por Tomás Gutiérrez Alea y estrenado en 1994, narra la historia de Diego, un homosexual que fija su atención en el heterosexual David. Al principio, la homofobia revolucionaria de David hace muy improbable que entre los personajes se establezca una amistad genuina. David visita continuamente a Diego sólo porque otro amigo, Miguel, aún más revolucionario y homofóbico, siembra en David la idea de que Diego es un peligroso disidente que merece ser vigilado y delatado.
            Pero, como cabría esperar en una comedia, el homofóbico ablanda su corazón, y termina siendo amigo genuino del gay. Nunca David abre su culo, pero sí abre su mente. Diego, un tipo más maduro, culto e inteligente, no logra seducir a David, pero sí logra educarlo. Hay muchas ocasiones cómicas en la película. Las ironías con que Diego evalúa la revolución cubana, en medio de gestos afeminados, hacen que el espectador suelte varias carcajadas. Diego continuamente se queja de la mediocridad cubana. Es muy fácil darle la razón. Pero, esta película es testimonio de que no todo en Cuba es mediocre. Pues, en efecto, Fresa y chocolate es un gran film.

            La relación entre la homosexualidad y el comunismo siempre ha sido un asunto muy complejo. Que yo sepa, no hay nada en los escritos fundacionales de Marx o Lenin que tuvieran alguna semblanza homofóbica. Más bien, desde la Escuela de Frankfurt, se promovió la liberación sexual como parte de la lucha contra el capitalismo, y eso incluía una apertura a la homosexualidad.
            Algunos ultraconservadores han llegado a creer que, en tanto Marx, Fourier y otros, se plantearon la abolición de la familia, todos los comunistas han promovido la homosexualidad. A medida que el comunismo se fue convirtiendo en el coco tras la revolución rusa, se fue acusando a los comunistas de promover todo tipo de libertinaje. Por ejemplo, Paul Kengor, en un reciente libro, Takedown, acusa a Fidel de participar en una suerte de conspiración comunista internacional para destruir los “valores cristianos” promoviendo el aborto y la homosexualidad.
            Lo del aborto podría ser cierto, pero respecto a la homosexualidad, es de sobra conocido que Fidel, y sobre todo el Che Guevara, fueron brutalmente homofóbicos. El Che fue el encargado de organizar las Unidades Militares de Ayuda a la producción (UMAP), una suerte de campos de concentración adonde eran enviados los gays para ser reeducados con la vana esperanza de que se volvieran machos, y abandonaran la decadencia burguesa de la mariconería.
            Eso fue en la década de los sesenta. Cabría presumir que, para 1994, el año en que se realizó Fresa y chocolate, las cosas habrían cambiado. Y, en efecto, el hecho de que el régimen permitiera una película como ésta, parecería ser señal de que empezaba a haber una apertura. En este aspecto, la película es una espada de doble filo. Por una parte, podría dar la impresión de que un film crítico con el régimen es señal de que en Cuba sí hay democracia. Fue quizás por esto que el ala más radical del exilio en Miami, consideró que Fresa y chocolate era aún otro truco propagandista del régimen, para formar la idea de que en Cuba sí hay posibilidad de disenso, cuando en realidad, es una farsa.
            Yo no creo que Gutiérrez Alea fue un títere al servicio del régimen. Pero, sí doy la razón a los radicales de Miami en postular que, en última instancia, el film ha sido provechoso para el régimen. A pesar de su inteligente crítica al castrismo, Fresa y chocolate sigue operando bajo el infame lema de Fidel, “dentro de la revolución todo, fuera de la revolución nada”. Diego aclara que él también es socialista, que la revolución sigue siendo necesaria… sólo que él quiere darle un rostro más humano. En 1994, el régimen aparentemente estaba dispuesto a tolerar esta disidencia, pero habría sido demasiado pedir a la dictadura que tolerara a gente que, abiertamente, dijera que Cuba no es una democracia, que en capitalismo se vive mejor que en socialismo, y que EE.UU. no es el monstruo que la propaganda cubana quiere presentar.
            Por otra parte, aparentemente la película disgustó al ala más dura del régimen. Pues, en efecto, es un arma de doble filo. El film puede promover la idea de que en Cuba sí hay oportunidad para el disenso, pero al mismo tiempo, sin usar palabras explícitas, emite claramente el mensaje de que Cuba no es ninguna democracia. Diego corre el riesgo de ser condenado a quince años de cárcel por el mero hecho de organizar una exhibición de arte que es considerada propaganda. Y, el film muestra la crudeza del sistema de vigilancia de los infames comités revolucionarios (a pesar de que Nancy, la prostituta encargada de delatar a los vecinos, resulta ser muy caritativa).
            Tras el estreno de este film, en 1994 habría cabido esperar que, con el declive soviético y la aparente apertura en esta película, habría reformas importantes en Cuba. Veintidós años después, queda la tremenda decepción de que esas esperanzas han sido en vano. Obama fue a La Habana, murió Fidel y vino Raúl, pero sigue sin haber la verdadera apertura que los liberales esperamos. Quizás a un personaje como Diego hoy no se le perseguiría ya por ser homosexual, pero ciertamente, sí se le perseguiría por ser revisionista ideológico.

10 comentarios:

  1. Fidel Castro prometió elecciones libres y democraticas en 1957 en Sierra Maestra, lamentó profundamente que su muerte prematura le haya impedido cumplir su promesa.

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  2. Sendero Luminoso, la CNT durante la Guerra Civil, Fidel Castro y Salvador Allende eran homofobos. Para Wilhelm Reich, freudomarxista: “la homosexualidad sociológica y psicológicamente es una aberración de la derecha nacionalista y, sobre todo, fascista…contra la inmoralidad de los nazis, los antifascistas evocan su propia racionalidad y pureza.”
    La identificación de homosexualidad y fascismo se acentuó con el trascurrir del tiempo, y para comienzo de los años treinta, los marxistas alemanes se mofaban de las notorias tendencias eróticas de algunos de los líderes nazis (especialmente los de las tropas de asalto, las SA). Los socialistas denunciaban con asiduidad el “peligro” que para los padres suponía dejar a los jóvenes en manos de los “pederastas de la Hitlerjugend”; el Münchener Post, publicó en 1931 una serie sobre “Nacional Socialismo y Homosexualidad” y “Hermandad de Maricas en la Casa Parda”. En la prensa de izquierdas, los chistes sobre la condición sexual de los nazis eran frecuentes. Acosados por este tipo de propaganda, los nazis llegaron a denunciar ante los tribunales a los socialistas cuando estos aseguraron disponer de pruebas que demostraban que el dirigente de las milicias nazis, Ernst Röhm –un notorio sodomita-, pagaba los servicios de prostitutos.
    En 1934, el mismo año en que Stalin incluyó la sodomía como delito, el celebrado literato Maxim Gorki escribió en Humanismo Proletario: “Exterminad a los homosexuales y el fascismo desaparecerá”.
    Estos úñtimos datos tomados de : http://gaceta.es/noticias/izquierda-enorgullecia-los-gays-25062015-1802

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    1. Me extraña un poco eso de Reich, porque hasta donde yo sé, él más bien veía la homosexualidad como una forma de liberación.

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    2. Reich era partidario de la liberación sexual pero se oponía a la homosexualidad, personalmente siempre lo consideré un fraude (orgones...)como el charlatán Alfred Kinsey pero fue redescubierto en los años con el fin de apoyar la revolución sexual.

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  3. La homofobia izquierdista es bastante reciente, todavía en 2007 Sendero Luminoso cazaba gays :
    Lunes, 21 de Mayo de 2007 Sea el primero en comentar esta nota
    Comunidad gay amenazada por Sendero Luminoso
    La guerrilla peruana celebró los 27 años del inicio de su lucha armada y amenazó a la comunidad gay. El movimiento homosexual limeño expresó su preocupación por la vida de sus miembros http://www.adnmundo.com/contenidos/politica/gay_sendero_luminoso_amenaza_pi_210507.html

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    1. Yo no diría que es un tema de izquierda o derecha, sino más bien de autoritarismo. El franquismo fue también brutalmente homofóbico, tuve un tío que lo vivió muy de cerca.

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    2. Dalí era franquista y amigo de homosexuales y transexuales, de hecho fue quien presentó en sociedad al transexual Amanda Lear. Si es cierto que durante el franquismo la homosexualidad estaba mal vista, en el frente popular la homosexualidad también estaba mal vista y además a los homosexuales fusilaban : Durruti ordenó que todos los homosexuales calificados y todas las milicianas aquejadas de enfermedad venérea fuesen fusilados en la estación de Bujaraloz.

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  4. Los colegas rusos de IU tachan de enfermos y locos a los homosexuales y piden perseguirles http://www.outono.net/elentir/2016/01/16/los-colegas-rusos-de-iu-tachan-de-enfermos-y-locos-a-los-homosexuales-y-piden-perseguirles/ vía @elentirvigo

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  5. Gabriel, creo que un buen tema para hacer una entrada es el conservadurismo de izquierda. Osea, como la izquierda internacional se fue volviendo (en algunos casos, fue toda la vida) muy conservadora en ciertos asuntos sociales.

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