lunes, 5 de octubre de 2015

Los masones y la independencia de las naciones hispanoamericanas

            Se ha especulado mucho sobre el papel de la masonería en la independencia de las naciones hispanoamericanas. Hay algunos hechos indiscutibles: Bolívar, San Martín, y otras grandes figuras de la gesta independentista hispanoamericana, eran masones. Formaban parte de la Logia Lautaro, con sede en Mendoza.
            Esta logia había sido fundada por Francisco de Miranda, el precursor de la independencia de Venezuela, mientras estaba en Cádiz, en 1807. De ahí, pasó a América, y se fue reclutando a muchos de los que más adelante serían los próceres de la independencia hispanoamericana.

            Pero, hasta ahí. No es mucho más lo que podemos conocer sobre la relevancia de la masonería en la independencia de las naciones hispanoamericanas. Ciertamente, desde el mismo inicio de las guerras de independencia, hubo la percepción de que aquellos proyectos independentistas estaban asociados con la masonería. Y, naturalmente, esto activó las alarmas de los sectores más conservadores en Europa (especialmente el clero católico), pues ya se venía fraguando una oposición en contra de la masonería, debido a sus ideales liberales. Así, por ejemplo, el papa Pío VII emitió la encíclica Etsi longissimo terrarum, en la cual exigía a los americanos rendir obediencia al rey de España; es posible que tras esa encíclica yacía el temor de que, al consumarse la independencia, la masonería se apropiaría de los nuevos países.
            Corrían estas sospechas, pero los historiadores realmente no han encontrado evidencia contundente de que la masonería estuviese detrás de la emancipación americana. No obstante, como cabría esperar, abundan teorías conspiranoicas.
Por ejemplo, el ultraconservador César Vidal, en un libro casi patológicamente paranoico (Los masones), teoriza que la masonería fue un instrumento del cual se valió Napoleón para conquistar los distintos países en los cuales impuso su dominio. Según Vidal, Napoleón instó a la fundación de logias en los países europeos, de forma tal que cuando sus tropas llegaran, fueran recibidas con entusiasmo. Y, hasta el día de hoy, insiste Vidal, la masonería está al servicio del dominio imperial francés.      
            En el caso de América, postula Vidal, las logias (incluida la Logia Lautaro) se remontan a la instigación napoleónica. La independencia de América habría sido una conspiración masónica al servicio de Francia para debilitar al imperio español. Vidal cita unas supuestas constituciones de la Logia Lautaro, en las cuales se delinean los proyectos políticos para las nuevas naciones, y se especifica que es necesario manipular la opinión pública y repartir cargos administrativos entre los propios masones, todos fieles a Francia en algún grado.
            Todo esto es una colosal idiotez. Vidal, un ultraconservador español, tiene el tufo de la nostalgia y la vanidad imperial española, y en ese sentido, desprecia las revoluciones independentistas americanas, y les atribuye su origen a la manipulación de una secta perversa que maneja desde las sombras los hilos del poder. En su menosprecio por los proyectos de emancipación, Vidal es incapaz de admitir que el sistema colonial español era ferozmente opresivo, y que fue esto (y no una maniobra franco-masona) lo que propició el derrumbe del imperio español. Atribuir a la masonería un papel importante en la independencia de las naciones hispanoamericanas es, en buena medida, disminuir la genuinidad del proyecto político de Bolívar y los otros próceres, así como la legitimidad de sus acciones.


            Ahora bien, aquellos que hoy en Venezuela, desde el gobierno se rasgan las vestiduras por Bolívar y celebran por todo lo alto el bicentenario de la independencia, hacen algo muy parecido a lo que hace Vidal, cuando se trata de evaluar otros movimientos de agitación social. Por ejemplo, cuando frente a la brutal inseguridad, corrupción e inflación que vive Venezuela, los estudiantes salen a protestar, inmediatamente los gobernantes (que se autoproclaman “bolivarianos”) saltan a decir que esas protestas no son genuinas, sino que algún poder perverso los manipula. Ya no se trata de los masones, pero sí de la CIA, el Mossad, el “golpe suave” de Europa del Este, Tradición Familia y Propiedad, los paramilitares colombianos, entre otros. Así como a Vidal no se le ocurre pensar que las independencias americanas fueron debidas a la opresión colonial española (y no a la manipulación masónica), a los actuales gobernantes venezolanos no se les ocurre pensar que la agitación social de los últimos dos años es mucho más debida a la incompetencia y corrupción desbordada que ellos mismos han propiciado, y mucho menos al poder de los judíos, los illuminati, los reptilianos, o cualquier otra secta que se le ocurra inventar a los conspiranoicos.

9 comentarios:

  1. Una teoría conspirativa puede ser tan buena como sus asunciones. Aunque los teóricos a menudo suelen ser más propagandistas ideológicos, eso no quita que se pueda construir una buena teoría conspirativa. En cualquier caso, dicha teoría por sí sola sería anecdótica, apenas un bosquejo del método, pero no necesariamente una explicación profunda. Lo más profundo a veces es lo que sale a simple vista. Como diría Lenin ¿Independencia?¿Independencia de quién? ¿Para hacer qué?
    No necesariamente debía haber una opinión unánime al respecto, pero los resultados, como los Tratados de Amistad con Gran Bretaña, firmados por las Provincias Unidas, México o Perú, pudieran expresarlo tácitamente acaso.
    Aparte ¿libertad?¿de quién?¿de los pueblos? No, obviamente los pueblos, no podrían tener conciencia de ellos mismos, antes de ser ellos mismos (incluso si aceptamos la idea de que podrían "ser concientes"). Antes más bien eso debe ser una idea pergueñada por cierta clase burguesa, quizás para justificar de alguna manera sus intereses ante la Historia.

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    1. No dudo de que algunas teorías conspirativas pueden resultar siendo verdaderas. Pero, para tomarlas en serio, es necesario evidencia. No creo que esos tratados de amistad con Gran Bretaña sean suficiente evidencia de que los masones movían los hilos de los movimientos independentistas.

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    2. No creo que haga falta demostrarla, con ver quienes eran miembros ya es suficiente. Lo que demuestran los tratados es que la independencia era un mero ideal burgués, que sirvió a propósitos ingleses. Una vez, un profesor de filosofía argentino, dijo que la revolución de Mayo (de Provincias Unidas) era una "revolución sin pueblo".

      Por supuesto que no podemos saber que ocurre en las logias (yo siempre asumí que eran sociedades de recreo para satisfacer ciertas vanidades). Pero su secretismo puede suponer una herramienta política. Si no me equivoco, el mismo Bolívar creyó que podían representar una amenaza.

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  2. "el sistema colonial español era ferozmente opresivo" Aún en el supuesto de que fuera así eso no explicaría la rebeldía de Bolivar contra el poder legitimo, Bolivar era un aristocrata criollo que ningún perjuicio podía esperar del supuestamente opresivo colonial español pq sencillamente estaba en la cúspide social. La hipocresía de Bolivar es similar a la de los próceres de la revolución americana de 1776 : Samuel Johnson lanzó en su panfleto antiamericano Taxation no Tyranny la siguiente pregunta : " Cómo los VIVAS más fuertes por la libertad provienen de los propietarios de negros?».
    En fin, el colonialismo español era opresivo que mientras Bolivar conspiraba la Corona española difundía la vacuna de la viruela gratuitamente en su imperio.

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    1. 1. El supuesto de que el régimen colonial era opresivo, es verdadero. España no permitía a los criollos en la administración pública. Tampoco permitía que las colonias comerciasen entre sí, pues se ejercía un control mercantilista desde la metrópolis. Y, por supuesto, había esclavitud.
      2. Bolívar no estaba en la cúspide social. Por encima de él estaban los peninsulares. Pero, aun en el caso de que Bolívar sí estuviera en la cúspide, eso no hace ilegítima su rebelión. Tu postura también diría que un blanco no tenía legitimidad en oponerse al apartheid en Sudáfrica, porque ese sistema no lo oprimía; o que un hombre musulmán no debe reclamar la opresión de mujeres y cristianos en Arabia Saudita, porque él no es el perjudicado. Eso, como en el caso de Bolívar, no es hipocresía. Es, más bien, el reconocimiento de que, aun si se es beneficiario del sistema, el sistema es injusto.
      2. Ciertamente el imperio español ofreció la vacuna de la viruela en la expedición de 1803 a 1814. Pero, eso de ninguna manera eclipsa la opresión a la que sometía a sus súbditos. Los británicos curaron muchas enfermedades en la India, pero, ¿acaso por ello Gandhi estaba equivocado en solicitar la independencia de su país?

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  3. Gandhi era étnicamente indio, no era de origen inglés, Bolivar nunca demostró demasiada solidaridad con los verdaderos oprimidos : indios y esclavos. Cierto que liberó a sus propios esclavos en 1816, y en esto es de justicia que hizo mucho más que Washington y Jefferson, juzga tú mismo : Los negros en las guerras de independencia americanas https://shar.es/1uXAfN vía @gaceta_es

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    1. Ciertamente Bolívar no hizo lo suficiente por la liberación de los verdaderos oprimidos. Pero, eso de ningún modo implica que él no tuvo justificación para sublevarse.

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  4. Con ello no quiero decir que no hubiese próceres de la indepencia hispamericana sensibles a las injusticias sociales. Es el caso del méxicano y librepensador Joaquín Fernández de Lizardi (curiosamente en su odio a la esclavitud de los negros coincidía con el sacerdote José Simeón Cañas y el papa Pío VIII). Pero estos últimos cometieron el grave error de desconocer el peligro de EEUU :
    http://www.cubadebate.cu/especiales/2015/04/04/el-congreso-de-panama-y-la-independencia-de-cuba/#.Vha9_G4_6og

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    1. El "peligro" de EE.UU., si bien ciertamente se materializó, vino a ocurrir en buena medida porque las potencias europeas no cesaron en buscar una reconquista de América. Para los criollos, la doctrina Monroe debió haber sido bastante atractiva, y no los culpo.

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