miércoles, 24 de septiembre de 2014

¿La figura de Jesús está construida sobre la imagen de varios dioses mediterráneos?


         Un alegato común entre quienes niegan la existencia de Jesús es que su figura es un pastiche de dioses mediterráneos, cuyas hazañas sirven como modelo para construir el personaje de Jesús. Algunos dioses nacen de una virgen, otros nacen el 25 de diciembre, otros tienen doce discípulos, y muchos mueren y resucitan. Jesús, entonces, sería un revoltijo de Horus, Osiris, Mitras, Adonis y Dioniso, entre otros dioses (se ha intentado hacer paralelismos con Krishna y Buda también, pero esto es ir ya demasiado lejos).

Hay quizás alguna coincidencia entre Jesús y otros dioses. Pero, pretender concluir que, a partir de unos escuetos paralelismos, la figura de Jesús es enteramente legendaria, y procede de mitologías previas, es incurrir en aquello que ha venido a llamarse ‘paralelomanía’. Los paralelismos entre Jesús y los dioses mediterráneos no son tan prominentes como habitualmente se supone. Es cierto que Justino Mártir, un autor cristiano del siglo II, alegaba que Satanás había pretendido engañar a los cristianos, haciendo aparecer en otras religiones, figuras que cumplían las profecías del Antiguo Testamento. Pero, insisto, los paralelismos no son tan prominentes.
Empecemos con Mitras, un dios de origen persa que llegó a ser muy popular entre los soldados romanos. Se alega que Mitras nació de una virgen el 25 de diciembre, y que tuvo doce discípulos. Parece coincidir nítidamente con la figura de Jesús. Pero, es prudente ir con más cautela. En primer lugar, casi no conocemos nada sobre Mitras. Lo poco que podemos afirmar sobre este dios, procede fundamentalmente de evidencia arqueológica, no textual. La religión de Mitras era secreta, y así, no han quedado muchos detalles. Por eso, no debemos apresurarnos a afirmar detalles sobre la historia de Mitras, pues sencillamente, no los conocemos bien.
Además, aun en el caso de los detalles que conocemos un poco mejor, los supuestos paralelismos desaparecen al analizarlos con más cautela. Por ejemplo, Mitras no nació de una virgen, sino que surgió de una roca en las riberas de un río. Tampoco tuvo doce apóstoles: a lo sumo, se le ha representado en un bajorrelieve junto a lo que aparentemente son los doce signos del zodíaco. Pudo haberse creído que Mitras nació el 25 de diciembre, pues hay evidencia escultórica que lo representa junto al Sol Invicto, una deidad romana que, en efecto, nace en esa fecha. Pero, la creencia cristiana original no era que Jesús naciera el 25 de diciembre; antes bien, se fijó esa fecha para atraer a los paganos (que tenían celebraciones en esa ocasión) al cristianismo.
   Se ha hablado mucho de las similitudes entre el dios egipcio Osiris y Jesús. Según el mito, Osiris tuvo un enfrentamiento con su hermano Set. Éste lo mató, y descuartizó su cuerpo en catorce pedazos. Repartió estos pedazos por varios lugares del mundo. La diosa Isis (esposa de Osiris) buscó los pedazos y los enterró, pero no lo hizo así con el falo. De ese falo resurgió Osiris, quien quedó como amo y señor del inframundo.
La similitud con Jesús, supuestamente, está en el morir y renacer. Pero, visto con más detenimiento, no hay tal similitud. Osiris no resucita propiamente, como sí lo hace Jesús. No interactúa con los vivos. Más bien, permanece amo y señor del inframundo, pero nunca regresa a nuestro mundo.
También se ha buscado algún paralelismo con los dioses griegos Dioniso y Adonis. En la historia de Dioniso, Zeus se muestra con todo su poder a Semele (madre de Dioniso), y ésta muere. Zeus sacó a Dioniso del vientre de su madre, y lo cosió a su propia pierna hasta que estuviera listo para nacer nuevamente, y así, nació así dos veces. Esto, vale insistir, es muy distinto de la muerte y resurrección de Jesús.
En el caso de Adonis, éste nace de un árbol de mirra (de nuevo, no cabe comparar esto con el nacimiento virginal de Jesús), y muere a causa del ataque de una bestia. Sólo en versiones mucho más tardías, se narra que Adonis regresó a la vida. Y, muy probablemente, fue el cristianismo el que influyó sobre esta versión del mito, y no a la inversa.
A finales del siglo XIX, los estudiosos de mitos quisieron agrupar bajo una sola categoría, diversos mitos que narran historias sobre dioses que mueren y renacen. Estos dioses estarían asociados a los ciclos vegetativos. En la muerte y resurrección de Jesús, en cambio, no hay tales ciclos vegetativos.
También se ha querido comparar a Jesús con Horus. Éste habría sido hijo de Isis y Osiris. Es cierto que, en la temprana representación pictórica de María y el niño Jesús, se tomó como modelo las figurinas de Isis y Horus. Pero, nuevamente, en el contenido de la historias, no hay propiamente elementos que nos permitan suponer que Jesús enteramente es una invención literaria construida sobre dioses mediterráneos.

5 comentarios:

  1. Con relación al último tema, considero que el mundo cristiano, no judeocristiano, le era imposible presentar a un simple judío considerado por ellos el mesías, el salvador del mundo por medio del reino celestial del dios de Israel y luego salvar al mundo pagano o gentil. Por lo que supongo que tuvo que comenzar a decirle al mundo gentil que nuestro mesías es tan poderoso como los héroes de ustedes, pues el nuestro anda por las aguas, resucita muertos, cura enfermedades atroces en cuestión de segundo, duplica el alimento, con su sola mirada convence al oyente y lo hace discípulo, viaja al inframundo predicándoles a los muertos, en fin, todo un mito. No que no exista el Jesús histórico, de eso no hay duda, pero las grandes hazañas se le van adjudicando posiblemente porque no era convincente hablar de un simple hombre que murió para salvar a la humanidad y sobre todo judío. Creo que esta actitud si la había en los hombres que divulgaban la historia oral ante los demás. Al ser algo increíble había necesidad de ir añadiendo leyendas similares a las que conocían e incorporándolas en la historia oral haciéndola digamos algo “oficial y real”. Claro esto no es comprobable, pero algo motivo a la creación de tales cuentas sobre Jesús.
    Digo, puedo estar equivocado y lo acepto.

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    1. Sí, estoy de acuerdo en buena medida.

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    2. Claro y luego morir torturados por esas "mentiras"? mucho sentido tendría.. claro..

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    3. Explícate mejor. ¿De qué mentiras hablas? ¿De qué muerte y torturas hablas?

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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