Conversé recientemente en mi
programa radial “Ágora” (al fina de este texto está el programa), con Antonio Piñero, un eminente biblista, a propósito
de la autoría de los evangelios. Como suelo hacer, traté de asumir la postura
de abogado del diablo para estimular respuestas por parte de Piñero. Para ello,
pasé revisión a los argumentos en torno a esta cuestión, tanto apologéticos
como críticos. Expresaré acá mi opinión respecto a la autoría del primer
evangelio.
La
atribución tradicional de este evangelio al apóstol Mateo procede de Papías, un
autor cristiano del siglo II, quien da testimonio de que Mateo recogió dichos
de Jesús, y los aglutinó originalmente en hebreo (es presumible que Papías en
realidad tenía en mente el arameo).
Yo
veo esto problemático por varios motivos. En primer lugar, el primer evangelio
no es una mera colección de dichos (como sí lo es, por ejemplo, el evangelio de
Tomás). Y, por supuesto, la versión que tenemos está escrita en griego. Se
podría alegar que el evangelio actual es una traducción de un manuscrito
original en hebreo, pero como bien señalaba Piñero en nuestra conversación, el
evangelio no tiene semblanza de haber sido traducido, sino que más bien fue
escrito originalmente en griego.
Los
apologetas podrían sugerir que Mateo pudo haber escrito ambas versiones, la
hebrea y la griega, y eso explicaría por qué el evangelio tiene semblanza de
haber sido escrito directamente en griego. A esto, Piñero objetaba que, de ser
así, ¿por qué el evangelio cita al Antiguo
testamento en la versión griega de los setenta, y no el texto hebreo
original? Yo le señalaba a Piñero que, en el siglo VI, san Jerónimo daba
testimonio de haber tenido en sus manos la versión hebrea del primer evangelio,
y que en esa versión, Mateo citaba la versión hebrea de las escrituras judías.
En el momento de nuestra conversación, Piñero no estaba seguro de que Jerónimo
hubiera dicho eso, y que sería necesario corroborar ese dato. Confirmo que, en
efecto, en el capítulo 4 de De viris
illustribus, Jerónimo sí ofrece ese testimonio.
Pero,
yo no veo el testimonio de Papías o Jerónimo como un argumento muy poderoso. El
propio Eusebio, quien recoge el testimonio de Papías sobre la autoría del
primer evangelio, dice que éste era un hombre de “entendimiento muy limitado”. Y,
francamente, pareciera que Eusebio tenía razón. Pues, por ejemplo, en otro rincón
de sus escritos, Papías alegaba que Judas había muerto después de que le
estallara la cabeza (una versión que contradice tanto a los evangelios como al
libro de Hechos, y es, valga agregar,
digna de la ciencia ficción). Papías tiene toda la semblanza de haber sido un
hombre ingenuo que se creía cualquier cosa sin tomar la precaución de
corroborar. Se ha querido reivindicar a Papías alegando que él era discípulo de
Policarpio, y a su vez, éste del apóstol Juan, y que esta cadena en la
transmisión garantiza la veracidad de la información. Pero, sólo Ireneo nos
ofrece este dato, en vista de lo cual no pareciera ser muy contundente.
El
testimonio de Jerónimo es harina de otro costal, pues no se limita a repetir
los rumores (como sí hace Papías), sino a alegar que él mismo tuvo ese
evangelio en sus manos. Yo tampoco me fiaría mucho de Jerónimo. El propio Jerónimo
era poco riguroso en sus investigaciones, y no era del todo ajeno a las
exageraciones. Quizás, Jerónimo sí tuvo en sus manos algún evangelio en hebreo,
procedente de los nazareos (como él mismo alega en su testimonio). Pero, no me
convence que ése haya tenido el mismo contenido que el actual evangelio de
Mateo.
Hay
otros motivos más firmes para dudar. El primer evangelio depende claramente del
de Marcos. Hay mucha paráfrasis, pero
sabemos que Mateo depende Marcos, y no a la inversa, porque en Mateo hay muchos más añadidos, en vista
de lo cual Marcos debió haber sido más
temprano. Además, si el autor del primer evangelio es efectivamente el
publicano Mateo, un testigo ocular de muchos de los hechos narrados, ¿para qué
habría sido necesario parafrasear a un evangelio que, según la misma tradición,
no fue compuesto propiamente por un testigo ocular, sino por un seguidor de
Pedro?
Veo,
además, muy improbable que un judío oriundo de Palestina (y no de la diáspora,
en tanto era publicano) dominara el griego como para escribir un evangelio de
esa forma. Josefo, un judío con bastante educación, admitía que le resultaba
muy difícil escribir en griego. Tanto más difícil debía resultar a Mateo, que
si bien era publicano (y eso habría requerido algún grado de educación), procedía
de la Galilea rural y empobrecida.
He
escuchado a muchos apologetas decir que el lenguaje financiero en el primer evangelio
aumenta la probabilidad de que su autor haya sido el publicano Mateo. Se hace
especial referencia a Mateo 22:
15-22, cuando en esa narrativa, al discutir el asunto del tributo al César, para
referirse a la moneda, el evangelio usa la palabra genérica ‘denarion’, y también la específica (y,
presumiblemente, más técnica), ‘nomisna’,
lo cual refleja un conocimiento de finanzas y la recaudación de impuestos (a
diferencia de los otros dos evangelios sinópticos, Marcos y Lucas, quienes sólo
usan la palabra ‘denarion’). En la
conversación, Piñero me aseguró que, en realidad, es al revés: ‘denarion’ es la palabra específica, y ‘nomisna’ es la palabra genérica.
El
alegato de Piñero me sorprendió un poco, pues contradice frontalmente la
traducción que favorecen los apologetas en sus libros. Pero, en todo caso, el
hecho de que el autor del primer evangelio utilice las dos palabras
(independientemente de cuál sea la genérica y cuál sea la específica) pareciera
aumentar la probabilidad de que este autor está familiarizado con el mundo de
las finanzas, y eso lo acerca un poco más a ser Mateo, el publicano.
Con
todo, yo no le daría demasiado peso a ese argumento. Sí, quizás el autor del
primer evangelio conocía mejor el mundo de las finanzas que los otros
evangelistas. Pero, de ahí, a decir que ese autor no es sólo un publicano, sino
Mateo, uno de los doce apóstoles, es un trecho largo. Al final, de todos los
argumentos, me sigue resultando el de mayor peso aquel que afirma la
dependencia del primer evangelio respecto al de Marcos, y a partir de eso, podemos inferir que es de fecha más o
menos tardía (como mínimo, después de la caída de Jerusalén en el 70), y por
extensión, menos probable que proceda del propio apóstol Mateo.
Por supuesto que no son decisivos esos argumentos: es que ni siquiera llegan a ser argumentos, en mi opinión (y además es erróneo el dato -no sé si originario- de que δηνάριον era término genérico, ya que designaba una moneda romana concreta, el denario). Por muy pocos conocimientos de recaudación que un judío pudiera tener, por fuerza debía conocer los dos términos griegos, δηνάριον y νόμισμα, que eran básicos.
ResponderEliminarPor otro lado, no me parece convincente tu argumento sobre el griego mal dominado por los judíos: desde la conquista de Oriente por Alejandro Magno, la lengua griega se había convertido en la lengua de la administración y la cultura, y era dominada por la población autóctona igual que hoy tú o yo dominamos el inglés (y, por cierto, conocemos los términos específico "pound" y genérico "money", y mucho más).
En cuanto a la expresión ἑβραϊστί : "en hebreo", sí se refiere con seguridad al arameo y no al hebreo, por estas dos razones que sí considero de peso:
- en griego no existía la expresión *ἀραμαϊστί : "en arameo" y, en su defecto, sólo podían usar la otra como un sinónimo inexacto, algo usual en aquella época (por ejemplo, los griegos llamaban "medos" a los persas, a pesar de que los medos no eran persas, sino un pueblo iranio hermano del persa);
- en esa época, y desde hacía varios siglos, el hebreo ya no sólo era una lengua en desuso, sino que muchos judíos ni la dominaban (con seguridad los de la diáspora, de ahí que en Alejandría se tradujera el Antiguo Testamento al griego, no para que la leyeran los griegos o macedonios, sino los judíos de Egipto).
Vielhauer ("Historia de la literatura cristiana", 279-280) observa: Mt no es ninguna traducción", y que Papías quería proteger el evangelio de Mt contra el uso que de él hacían los gnósticos, los judeocristianos y otros herejes: "lo que los herejes toman de él no puede ser respaldado por el apóstol Mateo, su 'evangelio de Mt' no puede ser el correcto; de aquí la tesis del original arameo y las traducciones griegas".
Hola Jose.
Eliminar1. Puede ser que los judíos de Palestina sí hablaran bien el griego. Pero, supongo que quienes mejor lo hablaban eran las élites en Jerusalén. Dudo de que los galileos tuvieran un buen nivel de griego (a pesar de que Séforis estaba cerca). Tú y yo hablamos inglés, vivimos en Madrid y Maracaibo, respectivamente, dos ciudades grandes. Pero, ¿se habla mucho inglés en un remoto pueblo de Andalúcía? También considero de peso el dato que ofrece Josefo, según el cual, él mismo tenía muchas dificultades para escribir en griego, y que el nacionalismo judío del momento hacía difícil el aprendizaje del griego (Antigüedades 20, 11.2).
2. Sí quedo un poco sorprendido con la correción que Piñero y tú me hacen respecto a "denarion", no porque dude de que Uds. tengan razón, sino porque leí, en varios libros apologetas, que "denarion" es genérico, y "nomisna" es específico. Pero, francamente, empiezo a sospechar que los apologetas están dispuestos a tervigersar los datos a fin de conducir a sus propias conclusiones.
3. No entiendo bien la hipótesis de Vielhauer sobre el testimonio de Papías. ¿De qué forma el inventar que Mt estuvo originalmente en arameo habría servido para atacar a los gnósticos y judeocristianos?
Porque, según dice, Mt era muy considerado entre los judeocristianos y gnósticos, y Papías habría hablado de un original de Mt en arameo, donde seún él, habrían estado os pasajes auténticos, traducidos luego al griego en diversas versiones "según sus posibilidades" (comillas para Papías), es decir, en traducciones defectuosas que descarriaron a muchos cristianos.
EliminarPero, entonces, bajo esa hipótesis, ¿Papías habría opinado que Mateo en su forma actual era un evangelio corrompido? Eso me suena extraño, pero quisiera que me lo aclares.
EliminarA mí también me suena extraño, pero el propio Vielhauer despliega todo su razonamiento en términos hipotéticos, como una necesidad derivada de la evidencia de que Mt no es una traducción (ignora cuáles son esas evidencias, a las que también se refiere Piñero).
EliminarSi mi opinión puede valer de algo, el argumento de peso no debería ser ningún testimonio de un Papías o un Jerónimo, sino el propio contexto histórico: en la Palestina aquella época a nadie se le ocurría escribir unas memorias en arameo, dado que habrían tenido muy poco alcance (ἀπομνημονεύματα : "memorias" se llamaban en griego los evangelios originariamente, como los "Recuerdos socráticos", es decir, se circunscribían a un subgénero literario de tradición griega).
Por cierto, acabo de oírle decir a Piñero que presumiblemente Jesús entendía el griego y también el latín. En esto último no puedo estar de acuerdo, a menos que él disponga de algún dato que yo desconozco, porque el latín nunca pintó nada en el oriente del imperio.
Perdón, quise decir "ignoro cuáles son esas evidencias".
EliminarLo que me hace dudar de que Mateo haya sido el autor de la versión griega de este Evangelio, es que no entiendió Zacarías 9:9, y lo tradujo al griego en Mateo 21, como si Zacarías hablara que el Rey se sentó sobre una asna y sobre el pollino. Dos animales. Debido a esto, el autor impone que Jesús tuvo que entrar a Jerusalén con éstos dos animales. Lo cual hace ver que no fue testigo ocular y hasta sería deshonesto. En cambio, Juan, que sí fue testigo ocular, entendió que Zacarías hablaba de un solo animal, hijo de un asno.
ResponderEliminarTienes razón en que ése, y otros errores, son fuerte indicio de que el autor de Mateo no fue testigo ocular de los hechos. Ahora bien, es muy dudoso también que Juan fuese un testigo ocular de los hechos. Incluso, yo diría que hay más probabilidad de que Mateo se remonte a un tetsigo ocular, que Juan. Juan está muy alejado del testimonio histórico veraz.
EliminarA menos que pueda ser probado que alguien que sabe Hebreo, puede también cometer el error de entender que en Zacarías 9:9 hay dos animales. De cualquier forma, "Mateo" o al autor, ajusta la historia a la profecía, lo cual no es muy honesto.
ResponderEliminarMateo ajusta la historia a la profecía muchísimas veces. Es uno de los rasgos más comunes de su evangelio.
Eliminarque sucederia si el evangelio de mateo que llevo a papias a escribir lo mencionado (siglo 2 ), sea diferente al evangelio de mateo que conocemos, que tengo estimado en mis datos que esta datado en el 3 o 4...que pasaria si papias se referia a un evangelio de mateo que efectivamente solo contenia los dichos de jesus como el evangelio de tomas, y que posteriormente fue adulterado por el paulinismo y los proto-apostolicos...con la intencion de divinizar la figura de yeshua...y posteriormente incertar como placebo el pensamiento de la salvacion por la muerte y sufrimiento del cordero.
ResponderEliminarHabría que esperar a ver qué dice ese hipotético evangelio de dichos originales en arameo. Lo cierto, no obstante, es que es muy obvio que Papías no hace referencia al evangelio de Mateo que nosotros tenemos.
Eliminar