lunes, 16 de octubre de 2017

La independencia catalana y sus analogías con el divorcio



El lío catalán levanta pasiones, de forma tal que es muy difícil analizar la situación racionalmente, y decidir quién tiene la razón. Pero, esto no aplica solamente a Cataluña. Virtualmente todas las secesiones son disputadas. Con todo, en Cataluña y en otros lugares, extrañamente los secesionistas coinciden con sus opositores en usar la analogía del divorcio para justificar sus posturas. Y, en efecto, ante un tema moral tan difícil como la secesión, el uso de analogías puede servir para decidir si una secesión está justificada o no.
Hay quienes se oponen al divorcio a toda costa. En este grupo, destacan los católicos. Como analogía, hay quienes se oponen a secesiones en todo momento. Esta postura no tiene fuerza moral. Una mujer abatida y abusada por su esposo, debería tener el derecho a divorciarse. El divorcio puede ser un evento desafortunado, pero podemos asumir que, en algunas circunstancias, es el mal menor, y está moralmente justificado.

Cataluña alega ser maltratada por España. Se alega que Cataluña aporta mucho al fisco de Madrid, y no se obtiene suficiente a cambio. Este alegato es cuestionable. Los catalanes tienen los mismos derechos que el resto de los españoles, y el gobierno de Madrid no es depredador con Cataluña (como sí, lo fue, por ejemplo, con sus colonias americanas). Así pues, Cataluña no tiene base para solicitar un divorcio, alegando maltratos
Pero, el divorcio no está justificado solamente en casos de maltratos. Si la esposa se casó contra su voluntad, entonces debería tener derecho a divorciarse, aun si su esposo la trata bien. En las discusiones sobre la legitimidad de secesión, muchos analistas dicen que sólo tienen derecho a la secesión aquellas regiones que sean culturalmente distintas. Pero, esto tampoco tiene fuerza moral. Si la mujer es maltratada, debería tener derecho al divorcio, aun si forma parte de la misma cultura que su esposo. Si la mujer no es maltratada, pero tampoco fue voluntariamente al matrimonio, entonces también debería tener derecho al divorcio.
Además, el criterio para definir una nación es muy arbitrario. Los típicos nacionalistas (los herederos del romanticismo) dicen que una nación es definida por su lengua, su pasado común, etc. Pero, a decir verdad, todos esos criterios son muy flojos. Muchas veces, las supuestas particularidades lingüísticas e históricas son inventadas. Ernest Renan tenía razón en su famosa conferencia sobre el nacionalismo, cuando decía que una nación es sencillamente un grupo de personas que decide vivir juntas, y desea marcar una diferencia respecto a los demás. Aun si en Cataluña sólo se hablase castellano y hubiese gran afición a la tauromaquia, eso no implicaría que los catalanes no son una nación aparte. Lo que realmente define a una nación es el deseo de ese pueblo de conformarse como tal.
Hay quien dice que Cataluña no tiene derecho a la secesión, porque es una región rica, y su independencia es un proyecto egoísta que dejaría en la quiebra a regiones como Andalucía o Extremadura. Esto no es convincente. Una mujer rica maltratada por su marido pobre, tiene derecho al divorcio. Importa poco si, tras el divorcio, el marido quedará en la ruina. Una mujer rica tratada dignamente por su esposo pobre, pero con quien se casó forzadamente, también tiene derecho al divorcio. De nuevo, es irrelevante si el esposo la trata bien, o si quedará en la ruina tras el divorcio.
Hay quien dice que Cataluña puede plantear la secesión, pero no sólo los catalanes deben decidir. Los votos de toda España deben contar. Esto es inaceptable. En caso de maltrato o de matrimonio contra su voluntad, una mujer debería tener derecho al divorcio, basándose exclusivamente en su decisión. El marido no tiene ningún derecho a participar en esta decisión.
Los nacionalistas catalanes alegan que, durante la guerra de sucesión española, ellos fueron una nación independiente. Históricamente, esto es muy discutible. Los catalanes nunca han sido una nación independiente. Pero, eso no ilegitima sus pretensiones secesionistas. Una niña puede ser entregada en matrimonio desde el propio día que nace. En ese sentido, ya como mujer, jamás habría sido soltera. ¿Implica eso que no tiene derecho a divorciarse? Por supuesto que no.
Cataluña no es maltratada por España, pero la gran pregunta es si fue forzada a formar parte de España. Nunca hubo realmente una invasión española de Cataluña. Es cierto que en la guerra de sucesión española Felipe V ocupó militarmente Cataluña, pero eso fue básicamente parte de una campaña para recuperar un territorio que, antes de la guerra, era súbito de Madrid. Con todo, aun sin invasión, Cataluña fue forzosamente anexada a España, en el sentido de que en todos esos traspasos de un poder a otro (romanos, visigodos, francos, moros, aragoneses, castellanos), el pueblo catalán nunca dio su aprobación. Ese tipo de traspasos ocurría más como consecuencia de matrimonios entre reyes, que por la verdadera voluntad del pueblo. En ese sentido, Cataluña sí es como la mujer dada en matrimonio desde su más tierna infancia, sin jamás consultarle. Y así, aun si su esposo no la maltrata, sigue teniendo derecho al divorcio.
No obstante, un argumento que sí tiene peso en contra de la secesión catalana, es que en 1978, los catalanes sí aprobaron su unión con España. En aquella ocasión, Cataluña aprobó con más de un 90% de los votos la constitución española, la cual establece a Cataluña como región del reino de España. Cuando una mujer acude voluntariamente al matrimonio, y no hay maltrato, no debería tener derecho al divorcio, si su esposo no lo consiente. Puesto que Cataluña dio su consentimiento a su unión con España, entonces todos los españoles deberían ahora decidir si se acepta o no la secesión.
Pero, es importante preguntarse si la mujer acudió al matrimonio de forma verdaderamente voluntaria. Si una mujer es presionada para que acepte un matrimonio, porque sólo así se pondrá fin a una disputa entre dos familias (y no porque realmente ame al novio), entonces quedan dudas sobre su libertad. Hasta cierto punto, sobre los catalanes hubo una gran presión para votar a favor de la constitución de 1978. Venían de una fiera dictadura que se empecinó caprichosamente en contra de Cataluña. La constitución de 1978 se ofreció como un alivio frente a los abusos franquistas. Pero, no podemos estar seguros si los catalanes la hubiesen aprobado, si se les hubiese presentado una alternativa independentista. Quizás aprobaron esa constitución como el mal menor, con tal de abrir paso a la democracia en España, tras los cuarenta años de la opresión franquista.
Para despejar esta incógnita, lo más prudente sería volver a consultar a los catalanes si ellos quieren o no ser parte de España. Si una mujer dio su consentimiento al matrimonio, pero tenemos firmes razones que ese consentimiento vino como resultado de una enorme presión, entonces lo más razonable sería que, una vez que esa presión haya pasado, se vuelva a consultar a la mujer si desea continuar en el matrimonio, y en caso negativo, acceder a su derecho de divorcio.

5 comentarios:

  1. He leído tu reseña del libro de Augusto Roberto, y si bien tiene sus años, no sé si luego hayas buscado al autor Gustavo Bueno, pues está mal representado. Gustavo Bueno no fue un nacionalista cultural como Fichte y siempre criticó los nacionalistas culturales como los separatistas de Cataluña, desarrolló una teoría del Estado materialista y su libro El Mito de la Cultura es una sólida crítica a la idea de cultura objetiva de la tradición germánica idealista.

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    1. Gracias. Yo leí algunos artículos de Bueno, pero nunca sobre el nacionalismo. Supongo que Roberto Augusto no hizo una adecuada representación de Bueno.

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    2. Quisiera añadir la recomendación de uno de los discípulos de Bueno, Jesús Maestro, que si bien destaca por aplicar la teoría de la ciencia de Bueno a la literatura, tiene bastante mérito en cuanto a la crítica al romanticismo, posmodernismo y pedagogía moderna:
      https://www.youtube.com/user/EdAcHispanismo/videos

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  2. Hola Gabriel. Hace tiempo no entraba a tu blog y gratamente vuelvo a leer tus escritos.
    Fíjate que desde que se dió el asunto del referendo con el Sr. Puigdemont, he seguido puntualmente todo lo que pasa en Cataluña y pues también, confieso que me encanta la historia de España. Llegué a ella, al estudiar hisotoria de mi país, México, cuando me di cuenta que pa entender mejor mi historia, era necesario estudiar la historia de españa y pues seguro ya sabrás que después de eso tuve que seguir con Europa, cristianismo, religiones y terminar en la filosofía.
    Bueno mi punto aquí es que no haz contemplado otro punto muy importante en tu determinación de si se deba o nó votar seguir perteneciendo a un país o salirse.
    ¿Qué pasa si a la esposa se le ha engañado un buen tiempo con que el marido es un patán y la engaña con otras mujeres y que tiene otra familia y que es un doble cara y cosas por el estilo? Resulta que la esposa se va a divorciar basándose en mentiras.
    Bueno, pues creo ese ha sido el caso de la mayoría de los independentistas catalanes al día de hoy. Se les lleva 30 años diciéndoles que España los roba, que los conquistó, que siempre han sido independientes, que había una corona Catalano-Aragonesa, que ellos son mejores (que si le excarvas, todo termina en un racismo intolerable), que Colón, que Cervantes, Davinci y nomás les falta decir que los Beatles eran catalanes.
    Así que pues ese sentimiento independentista está basado en puras mentiras y racismo.
    Por otro lado, qué pasa con la mitad de catalanes que quieren seguir siendo españoles?
    Suena muy bonito de entrada "que los dejen votar" y que la autodeterminación, pero al no ser una mayoría aplastante aariba del 95%, creo que traería más problemas que los que resolvería.

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    1. Has vivido en Catalunya? Tienes relacion con catalanes? NINGUNA mujer se separa de un hombre a base de mentiras, faltaba más! En todo caso, hay muchas mujeres que continuan en matriomnios infelices porque se han puesto una venda para no ver su triste realidad.

      Para mi es bastante simple, si pueden estar mejor con la independencia, adelante... y bien por mi porque vivo en Catalunya. Si lo contrario es verdad, pues continuemos con España pero se necesita muchisimo cambio en el pais. Yo observo Latinoamerica y España y me queda más claro que el agua que un día fuimos su colonia. Se necesita muchisimo cambio en España, se necesitan hablar de temas que parece que ocurrieron hace mil años como el franquismo, ETA, etc... pero no se habla, no se sanan heridas y se repite la historia.

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