En
América Latina, el indigenismo ha procurado divulgar la identidad indígena a
toda la población. Y, frecuentemente, los políticos demagogos hacen uso de
esto. Gente como Rafael Correa alega hablar lenguas indígenas, pero rara vez se
le ha visto tener una conversación fluida en esas lenguas. Pero, al político
demagogo le viene muy bien asumir la identidad indígena, pues con eso establece
sus credenciales como liberador de los oprimidos.
Así
pues, es común que en aquellos países de América Latina que son gobernados por
demagogos cercanos al indigenismo, se hagan grandes esfuerzos para que aún las
personas cuyos ancestros no son indígenas, asuman parte de la identidad
indígena. Los 12 de octubre (antes llamado “el día de la raza”, ahora el “día
de la resistencia indígena”), los colegios exigen que los niños se disfracen de
indígenas, en conmemoración de la resistencia. Se exalta la dieta del maíz y la
yuca. Se invita a incorporar elementos musicales indígenas en la música
popular. Políticos como Hugo Chávez continuamente exhortaban a la población a
“vivir como nuestros indígenas”, supuestamente en un estado idílico de paz y
convivencia con el medio ambiente.
Es
interesante contrastar esta promoción de las culturas indígenas en América
Latina, con lo que ocurre en América del Norte. Allí donde los indígenas
latinoamericanos aparentemente están muy felices de que el resto de la
población asuma parte de su cultura, los indígenas norteamericanos se resienten
por ello.
En EE.UU. y Canadá
hay grupos sociales que, como los demagogos latinoamericanos, exhortan a la
población a emplear elementos culturales indígenas en la comida, el vestido, la
música, la religión, etc. Pero, en vez de alegrarse por ello, los indígenas
norteamericanos consideran eso un robo cultural. Según su entendimiento, sólo
los indígenas tienen derecho a usar plumas como vestido, o a practicar rituales
chamánicos. Si una persona no indígena se atreve a asimilar algún aspecto
cultural indígena, está cometiendo una grave falta, pues estaría invadiendo la
integridad cultural de los pueblos indígenas.
Los indígenas
norteamericanos ven la apropiación de símbolos culturales como una forma de
mercantilización de su cultura, algo muy frecuente en el capitalismo consumista
de América del Norte. Hasta cierto punto, tienen razón. Pero, vale apreciar
que, bajo ese argumento, cuando un político demagogo como Rafael Correa se
apropia de elementos culturales indígenas, también
está mercantilizando la cultura indígena, no propiamente para ganar dinero,
pero sí para ganar votos.
En todo caso, la
actitud de los indígenas norteamericanos tiene mucho de reprochable. Pues, con
ella, se asume que un pueblo no tiene derecho a incorporar los elementos
culturales de otro pueblo. Con ello, se opone a cualquier forma de asimilación.
Y así, se hace eco de la ideología racista del siglo XIX, según la cual, cada
pueblo tiene una esencia cultural que no puede ser transformada. Los racistas
del siglo XIX opinaban que un niño negro, aún si recibía una educación europea,
jamás podría ser asimilado a la civilización occidental, y se seguiría
comportando como negro. Pues bien, los indígenas norteamericanos están
asumiendo que un blanco, aún si se impregna de elementos culturales indígenas,
siempre seguirá siendo blanco. Esto es muy lamentable.
Que bueno que en Mexico la izquerda ludita que tenemos aun no se hace eco de las barbaridades que hacen en chavezuela
ResponderEliminarYo no estoy muy seguro de lo que dices. Cuando estuve en el museo antropológico de la UNAM, vi mucha celebración de los aztecas y su barbarie. Y, Enrique Dussel, un izquierdista ludita de grandes proporciones, si bien es oriundo de Argentina, ha hecho su carrera en México.
EliminarMientras países como México, Honduras, Guatemala, Colombia se hunden en la corrupción vienes tú a decir que en Venezuela existe cosa peor. Vaya, vaya, vaya! A lo mejor fuiste decapitado, ultrajado en una discoteca o guindado de un puente en Venezuela. O a lo mejor estás cansado de hacer huelga en Venezuela para conseguir cupo en la universidad. O estás haciendo cola por el sabotaje de tus amigos de la derecha mendocista.
EliminarSi de verdad eres profesor, en vez de atacar con sarcasmos irrelevantes, irías al grano, y me señalarías a cuál parte del escrito te opones, por qué, y estableceríamos un diálogo fructífero.
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