Roberto
Augusto y yo hemos abierto un nuevo debate sobre la secesión de Cataluña.
Originalmente él publicó un artículo (acá), yo respondí con otro (acá), el
respondió aún con otro (acá), y ahora yo ofrezco otra réplica. Mi intención es
fundamentalmente aclarar algunas de mis posturas. Como solían hacer los
escolásticos, citaré algunos de los alegatos de Augusto en su último artículo, y
debajo, ofreceré mis comentarios.
Augusto
escribe: “Le recuerdo a Andrade que la mitad de los catalanes tiene como lengua
de uso habitual el castellano. En las últimas elecciones en Cataluña el
presidente de la Generalitat, Artur Mas, se presentó con un discurso
soberanista y lo que sucedió es que pasó de 62 diputados a 50. Si realmente la
mayoría de los catalanes quisiera la independencia le hubieran apoyado
masivamente y eso no sucedió. Hay grupos políticos en Cataluña cuyo discurso se
centra en el independentismo, como ERC. Y la realidad es que ese partido es
minoritario: tiene 21 diputados de 165 posibles”.
Yo
respondo: es cierto que, en esas elecciones, hubo un revés para los
representantes de la opción secesionista. Pero, votar por un político no es lo
mismo que votar por un proyecto de secesión. Se puede estar a favor de la
independencia catalana y a la vez repudiar a algún parlamentario en particular.
Según consulto, los sondeos de las últimas fechas esgrimen que la opción
independentista sí tiene mayoría en la opinión pública catalana. Por supuesto,
los sondeos son apenas una aproximación. La mejor manera de saber qué desean
los catalanes es mediante un referéndum en el que se les consulte, no cuál es
el parlamentario de su preferencia, sino si apoya o no la secesión.
Augusto
escribe: “Gabriel Andrade, haciéndose eco de las tesis de los historiadores
nacionalistas catalanes, pretende hacer pasar la Guerra de Sucesión española (1701-1713) como una guerra
entre Cataluña y España… Esta es una de las muchas
fantasías históricas inventadas por el nacionalismo catalán, un
arte perverso en el que son maestros. Lo que sucedió es que Cataluña optó por
apoyar a un candidato al trono de España, el Archiduque Carlos (Austria), que
perdió en su batalla contra Felipe V (Borbón). Es una guerra sucesoria por la
corona española, no una batalla entre los catalanes y los españoles”.
Yo
respondo: en realidad nunca sostuve que esa guerra fuese entre Cataluña y
España. Sólo sostuve que, tras la victoria de los borbones, la autonomía
catalana que prosperó más con los Habsburgo, fue suprimida; y se incrementó
sustancialmente la presencia militar procedente del poder castellano,
cumpliendo así uno de los requisitos que Augusto reserva para la condición de ‘colonialismo’.
Augusto
escribe: “Andrade pregunta si una colonia, por formar parte de un Estado
democrático, deja de serlo. Deberían transformarse totalmente sus relaciones
para que el colonialismo desapareciera y sería deseable preguntarles a los
colonizados si están satisfechos con esa nueva situación o prefieren tener un
Estado independiente”.
Yo
respondo: pero, precisamente, ¡al pueblo catalán nunca se le ha preguntado si
han estado contentos con la nueva situación, o prefieren tener un Estado independiente!
Augusto
escribe: “Además, el colonialismo es incompatible con la idea de libertad y
ningún país que defienda la democracia puede tener colonias. Rechazo la afirmación de
Andrade de que pueda haber “colonias democráticas”. Y si las
hay eso supone una vulneración de sus principios morales. De la misma forma, un
Estado democrático no puede practicar la tortura, aunque algunos que dicen
serlo, como EE. UU., la autoricen”.
Yo respondo:
¿Es Francia una democracia? Presumiblemente, sí: hay elecciones libres y
directas, balance de poderes, libertad de expresión, etc. ¿Tiene Francia
colonias? Una parte sustanciosa de gente que vive en Martinica o Guyana opina
que esos territorios sí son colonias
francesas. El gobierno de París niega que sean colonias, y prefiere llamarlos ‘territorios
de ultramar’. Pero, ¿cómo se distingue un ‘territorio de ultramar’ de una ‘colonia’?
El gobierno de París trató de convencer al mundo de que, al asimilar a los
martinicos y guyaneses como plenos ciudadanos, y tener representación en la asamblea,
Guyana y Martinica dejan de ser colonias. Pero, insisto, eso no es suficiente para que un territorio
deje de ser considerado una colonia. Los martinicos y guyaneses tienen los
mismos derechos que los parisinos o normandos, pero con todo, la mayor parte
considera que son gobernados por otra nación. Sienten que son gobernados
democráticamente; pero siguen sintiendo que un poder extranjero los gobierna, y
esto es básicamente una forma de colonialismo. Por ello, insisto, puede haber
colonias democráticas. Si, en un referéndum, Guyana y Martinica deciden
continuar siendo parte de Francia, entonces ya no estaríamos propiamente en presencia
de una relación colonialista, pues los propios martinicos y guyaneses habrían
decidido incorporarse. El colonialismo es fundamentalmente ausencia de voluntad
en ser gobernados.
Augusto
escribe: “Andrade
es demasiado generoso en su uso del término “colonia”. Según él
“la Comunidad Valenciana y Baleares son colonias” porque dan más dinero al
Estado del que reciben. Resulta que Baleares era una región pobre antes del
desarrollo de su industria turística en la década de los 60 del siglo pasado.
Hasta ese momento seguramente recibía más del Estado central de lo que daba.
Con este criterio Baleares nunca habría sido una colonia hasta hace pocas
décadas, cuando empezó su prosperidad actual. ¿Y si una autonomía rica se
empobrece deja de ser una colonia? Si seguimos este criterio el mundo estaría
lleno de miles de colonias, todas las provincias desarrolladas económicamente
lo serían. Este argumento no se sostiene”.
Yo respondo: a lo largo de este debate, he señalado las
enormes dificultes para definir una ‘colonia’, y saber cuándo estamos en presencia
de ellas. Frente a estas dificultades, he opinado que el mejor recurso es preguntarle
a los mismos ciudadanos si ellos se sienten o no colonizados. Bajo este
criterio, una colonia no se define propiamente por el hecho de que una región
aporte mucho al fisco y reciba poco, sino por la voluntad (o falta de ella) que
esa región tiene de formar parte de una nación más grande. Baleares y Valencia
no serían propiamente colonias, en tanto no han manifestado su desdén por ser
gobernadas desde Madrid. En el momento en que lo hagan, entonces, sí deberíamos
empezar a considerar que sí son colonias, pero por supuesto, para estar
plenamente seguros, debemos recurrir a un referéndum. Contrario a nacionalistas
étnicos como Herder y Fitche, pero a la par de nacionalistas cívicos como Renan,
yo opino que lo más sano es que cada pueblo se defina como mejor le plazca, y
que la nación se conforme a partir de la voluntad
de sus miembros. Ante la pregunta “¿es Cataluña parte de España?”, quienes
mejor responderán eso serán los propios catalanes. En el siglo XIX, los
alemanes se habían empeñado en sostener que Alsacia y Lorena eran regiones
alemanas, sobre bases culturales. Renan recordaba que los propios habitantes de
esa región preferían estar bajo soberanía francesa. Lo más sano es cumplir la
voluntad del colectivo.
Augusto
escribe: “Comparar
situaciones del pasado lejano con el actual presente no creo que arroje luz
sobre este asunto. Cuando los árabes invaden la península
ibérica se inicia un largo periodo histórico llamado Reconquista que va desde
el 722 hasta 1492. Las tropas venidas de África conquistaron casi toda la
actual España, con la excepción del Reino de Asturias, que abarcaba también lo que hoy es Cantabria. Algunos,
medio en broma medio en serio, afirman que la verdadera España es Asturias y que todo lo
demás es tierra conquistada. Según cómo definamos “colonia” o cuánto vayamos atrás en el tiempo
podemos llegar a la absurda conclusión de que casi toda España es una colonia
asturiana conquistada por la fuerza”.
Yo
respondo: estoy de acuerdo en que es un asunto complejo. Pero, vuelvo a
preguntar: ¿por qué, entonces, sí es absurdo sostener que toda España es una
colonia asturiana conquistada a la fuerza, pero no es absurdo sostener que toda
Hispanoamérica fueron colonias conquistadas a la fuerza?
Augusto
escribe: “Lo mejor para todos es que el derecho a la secesión unilateral
solo se aplique es circunstancias extraordinarias para evitar males mayores: invasiones recientes (no
hace siglos), genocidios o claros casos de explotación de un pueblo por parte
de otro, tal como sucede en el colonialismo”.
Mi
réplica: ¿dónde trazamos el límite de “invasiones recientes”? ¿Una década, dos,
tres? Canarias fue apenas conquistada unas décadas antes que América. ¿Por qué
Canarias no tiene derecho a la secesión unilateral, pero México, Cuba o
Venezuela sí lo tenía? EE.UU. anexó forzosamente a Hawaii hace apenas un siglo.
¿Sigue teniendo Hawaii derecho a la secesión unilateral, o es ya extemporáneo? Insisto,
frente a la indecisión respecto a cuán reciente debe ser una “invasión reciente”,
es mucho más sensato preguntar a los propios ‘invadidos’ (sean recientes o no),
si ellos desean formar parte del poder que los invadió hace una década o un
milenio. Por supuesto, no podemos hacer referéndum en todas las regiones que
alguna vez han sido invadidas; pero sí en aquellas donde los invadidos manifiesten
su desdén por su situación.
Augusto
escribe: “Un mundo donde cualquier grupo humano más o menos definido pueda crear
un Estado a su gusto cuando quiera solo traería más problemas que beneficios”.
Yo
respondo: discrepo. Un mundo donde cualquier grupo humano pueda crear a su
gusto un Estado haría muchísima más voluntario y menos coercitivo el ejercicio
de la autoridad. Ciertamente, muchos Estados se fragmentarían. Pero, me parece
mucho más preocupante un mundo conformado por Estados que gobiernen sin el
consenso de los gobernados, a un mundo con un número mayor de Estados del que
existe actualmente.
Augusto
escribe: “Gabriel Andrade ha dicho que le gustaría que algún día hubiera un
gobierno mundial. No creo que el camino que propone nos acerque a ese objetivo,
sino que nos aleja de él. Cuantos más Estados, más división y menos posibilidad
de llegar a acuerdos entre todos”.
Yo respondo:
ciertamente yo prefiero un gobierno mundial al Estado-nación. Por ello, en
balance veo la globalización como un fenómeno positivo. Pero, no puedo
pretender imponer mi preferencia a quien no desee suscribirla. El mejor
gobierno es aquel en el cual los gobernados ofrecen su consenso. Quisiera persuadir a los habitantes de este
planeta que, como yo, favorezcan un gobierno mundial. Pero, si no logro
hacerlo, me parece muy peligroso imponérselos e irrespetar su voluntad. Del
mismo modo, yo como ciudadano español (a pesar de que nací y vivo en Venezuela,
soy ciudadano español naturalizado) preferiría una Cataluña que siga siendo parte
de España. Quiero viajar a Barcelona desde Castilla sin tener que sellar
pasaporte o ser inspeccionado en una aduana. Quiero que el clásico Real
Madrid-Barcelona se mantenga. Pero, no quiero nada de esto si los propios
catalanes no lo desean. Propongo ofrecer argumentos a los catalanes para que
ellos vean que está en su propia conveniencia no separarse, pero si no logramos
persuadirlos, deberíamos respetar su decisión.
Por
último, quisiera añadir lo siguiente: hasta cierto punto, Roberto Augusto sí me
ha persuadido de que, en tanto Cataluña votó en 1975 por una constitución que no
estipula el derecho a la secesión unilateral, entonces los catalanes no tienen
derecho a la secesión unilateral. Para lograr la secesión, tendrían que
modificar la constitución con un referéndum en el cual participen todos los
españoles.
El mero hecho de
que un país apruebe una constitución en la cual se suprima el derecho a la
secesión unilateral no implica que ese derecho cese automáticamente. Pues, de
ser así, sería fácil plantearse la siguiente estrategia: invadir un territorio
y anexarlo, esperar que pasen varias generaciones (quizás incluso siglos),
redactar una nueva constitución en la que se revoque el derecho a la secesión
unilateral, aprobar mediante referéndum esa constitución, y hacer que los
ciudadanos del territorio anexado participen en el voto, junto al resto del
país originalmente agresor. Con eso, se estaría intentando legitimar la
constitución (aún si el territorio originalmente invadido votó en su contra), y
se consumaría definitivamente la anexión.
Pero, el caso de
Cataluña es distinto, pues en esa región, el pueblo aprobó mayoritariamente esa
constitución. Y, mediante ese voto, los catalanes dieron su aval a un texto que
enunciaba que Cataluña es parte de España, y que no hay derecho a la secesión
unilateral. Con todo, habría que evaluar si, en aquel contexto (recién
terminada una dictadura), los catalanes realmente tenían la opción viable de
rechazar aquella constitución. Y, postulo que, si la situación se vuelve
crítica y la voluntad secesionista en Cataluña crece abrumadoramente (no es el
caso actual), la voluntad popular exigiría prescindir de constituciones. Insisto,
el peor gobierno es aquel en el cual los gobernados no desean serlo.
"...El mero hecho de que un país apruebe una constitución en la cual se suprima el derecho a la secesión unilateral no implica que ese derecho cese automáticamente. Pues, de ser así, sería fácil plantearse la siguiente estrategia: invadir un territorio y anexarlo, esperar que pasen varias generaciones (quizás incluso siglos), redactar una nueva constitución en la que se revoque el derecho a la secesión unilateral, aprobar mediante referéndum esa constitución, y hacer que los ciudadanos del territorio anexado participen en el voto, junto al resto del país originalmente agresor. Con eso, se estaría intentando legitimar la constitución (aún si el territorio originalmente invadido votó en su contra), y se consumaría definitivamente la anexión…"
ResponderEliminarLa verdad es que me cuesta trabajo asimilar opiniones de personas que, como usted, se dedican a la docencia. Si transcurriesen siglos desde la invasión de los ciudadanos de un territorio sobre otro territorio, lo normal es que de la unión en un principio forzosa de unos con los otros con el devenir del tiempo se tornase en un único estado, y la nueva constitución aprobada por los ciudadanos de este estado sería la válida. Si eso no fuese así, España misma no tendría sentido, en tanto en cuanto no es más que la suma de territorios anexados por la fuerza de las armas durante un periodo de varios siglos. Pero es que además en toda democracia que se precie no son los territorios los que eligen y votan, sino los ciudadanos de todos sus territorios, y Cataluña a día de hoy es parte de España, y no por imposición de las armas u otros condicionantes que usted sugiere como de rondón: "...Pero, el caso de Cataluña es distinto, pues en esa región, el pueblo aprobó mayoritariamente esa constitución. Y, mediante ese voto, los catalanes dieron su aval a un texto que enunciaba que Cataluña es parte de España, y que no hay derecho a la secesión unilateral. Con todo, habría que evaluar si, en aquel contexto (recién terminada una dictadura), los catalanes realmente tenían la opción viable de rechazar aquella constitución..." Pues sí tenían opción; votar que no. Pero es que además parte usted de una base equivocada, en tanto en cuanto la división territorial actual de mi país se fraguó a posteriori de la aprobación de la constitución, pero en la misma se reconocen especiales circunstancias al territorio catalán, así como al Vasco y Gallego, eso que se llaman comunidades históricas que, por cierto, es una broma de mal gusto, en tanto en cuanto hay territorios en España más históricos que la propia Cataluña, como Asturias o Aragón, del cual formaron parte históricamente los territorios que hoy en día conforman Cataluña, eso y que la constitución no solo la votaron los ciudadanos de Cataluña, sino todos los ciudadanos de España, muchos de ellos no catalanes pero residentes en Cataluña. La constitución española es entonces la que votaron todos los españoles.
La misma clave la aporta usted en el siguiente párrafo: “…Por último, quisiera añadir lo siguiente: hasta cierto punto, Roberto Augusto sí me ha persuadido de que, en tanto Cataluña votó en 1975 por una constitución que no estipula el derecho a la secesión unilateral, entonces los catalanes no tienen derecho a la secesión unilateral. Para lograr la secesión, tendrían que modificar la constitución con un referéndum en el cual participen todos los españoles…”. Lo único es que la constitución data del año 1978 y, como le digo, Cataluña no votó nada, eso es una manipulación que espero sea producto del desconocimiento sobre el tema. Y sí, tendríamos que votar todos los españoles para modificar nuestra constitución.
Por cierto, la cuenta con la que me presento no la utilizo, pero como no me valida la de wordprerss la he utilizado. Mi nombre es Gallego Rey: www.gallegorey.wordpress.com
EliminarTú: "Si transcurriesen siglos desde la invasión de los ciudadanos de un territorio sobre otro territorio, lo normal es que de la unión en un principio forzosa de unos con los otros con el devenir del tiempo se tornase en un único estado, y la nueva constitución aprobada por los ciudadanos de este estado sería la válida".
EliminarYo: no necesariamente. Los ciudadanos del territorio pueden seguir descontentos, votar en contra de la constitución, pero el resto del Estado aprobarla mayoritariamente. Así, los ciudadanos del territorio invadido tendrían que aceptar una constitución que nunca aprobaron.
Tú: "Si eso no fuese así, España misma no tendría sentido, en tanto en cuanto no es más que la suma de territorios anexados por la fuerza de las armas durante un periodo de varios siglos".
Yo: España es exactamente eso. Un conglomerado de territorios que se fueron anexando forzosamente. En el siglo XIX, los territorios americanos consiguieron secesión de España. Ahora, los catalanes también la piden.
España y el resto del mundo, señor mío. Pero a día de hoy somos un país democrático, no una república bananera.
ResponderEliminarNo entiendo su manera de manipular, yo lo he dicho claramente, si un estado invade a otro y lo anexiona, tendría sentido que los ciudadanos anexionados no estuviesen de acuerdo con una constitución recién aprobada para el estado recién creado con la anexión de su territorio a la fuerza, eso es lógico señor mío, pero lo que yo he dicho es que pasados varios siglos, que es lo que usted sugiere, al ser la nueva constitución votada por todos, el resultado de la votación sería válido. Pero es que además nadie que invade otro territorio suele preguntarle a los ciudadanos de este si quieren o no ser súbditos de los colonizadores. Le pongo un ejemplo: Si José Bonaparte no fuese derrocado y Francia continuase ejerciendo el poder sobre España, a día de hoy podría darse el caso de que fuésemos parte del territorio francés, y todos los que ahora vivimos en España podríamos sentirnos o no franceses, pero si votásemos de igual a igual y nuestro estatus fuese el mismo que el de un ciudadano de Burdeos o París, y se propusiese una nueva constitución tendríamos que aceptar el resultado de la mayoría, nos gustase o no, y fíjese que el ejemplo que le pongo es más extremo que el de los catalanes, en tanto en cuanto España sí era un estado y Francia una potencia colonizadora, caso que jamás ha ocurrido entre España y Cataluña, dado que no encontrará usted ni un solo libro de historia serio que diga que España como estado colonizó las tierras de los catalanes como potencia colonizadora, entre otras cosas porque cuando se produjo la unión pacífica y de mutuo acuerdo, España como tal no existía y, a posteriori, los catalanes han participado de la construcción de España tanto como los ciudadanos de cualquier parte del resto del territorio nacional. Cataluña no es pues solo una parte de España, sino una parte muy activa en su construcción. Y ya rizando el rizo, no sé si sabrá que hay partes del territorio catalán que tampoco se sienten catalanes, sino aragoneses, por lo tanto siguiendo sus tesis tendrían derecho de independencia de Cataluña en tanto esta se consolidase como estado independiente, pero mire usted por donde eso los nacionalistas catalanes lo niegan, es decir; la ley del embudo, la parte ancha para ellos y la estrecha para los demás.
Tú: "Le pongo un ejemplo: Si José Bonaparte no fuese derrocado y Francia continuase ejerciendo el poder sobre España, a día de hoy podría darse el caso de que fuésemos parte del territorio francés, y todos los que ahora vivimos en España podríamos sentirnos o no franceses, pero si votásemos de igual a igual y nuestro estatus fuese el mismo que el de un ciudadano de Burdeos o París, y se propusiese una nueva constitución tendríamos que aceptar el resultado de la mayoría, nos gustase o no".
EliminarYo: los argelinos claramente NO aceptaron tu criterio, y por buenos motivos. Como España, fue invadida por Francia. Pero, a diferencia de España, no lograron expulsarlos a corto plazo. Pasó más de un siglo, y los argelinos fueron incorporados como ciudadanos franceses con los mismos derechos que alguien de París o Burdeos. Con todo, los argelinos se seguían sintiendo colonizados, no estaban dispuestos a aceptar la decisión del resto de Francia, y declararon unilateralmente la secesión. Hoy, es ampliamente reconocido que la causa independentista argelina fue justa (aunque eso no excusa las atrocidades del FLN). Hoy se sigue planteando el mismo caso para Martinica o Guyana. Si esos casos plantean secesiones unilaterales legítimas, ¿por qué no Cataluña?
Tu: Y ya rizando el rizo, no sé si sabrá que hay partes del territorio catalán que tampoco se sienten catalanes, sino aragoneses, por lo tanto siguiendo sus tesis tendrían derecho de independencia de Cataluña en tanto esta se consolidase como estado independiente, pero mire usted por donde eso los nacionalistas catalanes lo niegan, es decir; la ley del embudo, la parte ancha para ellos y la estrecha para los demás.
Yo: En efecto, si Cataluña se independiza, y algunos municipios luego declaran su intención de regresar a España, creo justo conceder referenda a esos municipios, y que ellos mismos decidan. Habría por supuesto, problemas de contigüidad territorial y sería necesario evitar enclaves, pero se podrían buscar soluciones.
Por otro lado usted dice: "...Yo: España es exactamente eso. Un conglomerado de territorios que se fueron anexando forzosamente. En el siglo XIX, los territorios americanos consiguieron secesión de España. Ahora, los catalanes también la piden..."
ResponderEliminar¿Me puede usted decir si los ciudadanos de los territorios americanos pudieron decidir el pertenecer a España o por lo contrario, quedarse al margen? Los ciudadanos de Cataluña sí pudieron hacerlo, de hecho votaron en igualdad de condiciones con cualquier otro ciudadano español si aceptaban o no la constitución del 78 ¿No ve una incongruencia en su análisis? Usted quiere resolver un problema de hoy con las tesis bolivarianas y ejemplos sucedidos hace siglos, que además no tienen nada que ver con el caso que nos ocupa. Doy por sentado que usted opina que Cataluña es una colonia de España anexionada a la fuerza, aún cuando reconoce que no es así, empero insiste en ello, y ante eso no puedo decir nada, es su opinión, y la mía que los burros vuelan aún a pesar de que no se ha visto a ninguno por los cielos batiendo alas.
Tú: ¿Me puede usted decir si los ciudadanos de los territorios americanos pudieron decidir el pertenecer a España o por lo contrario, quedarse al margen?
EliminarYo: No pudieron, y es lamentable que así haya sido. Lo más deseable habría sido que Fernando VII hubiese concedido un referéndum, y aquellos territorios en los cuales la mayoría quería seguir siendo territorio español, mantuviese el status quo. Precisamente para evitar esa tragedia, debe concederse el referéndum a Cataluña.
Tu: Doy por sentado que usted opina que Cataluña es una colonia de España anexionada a la fuerza, aún cuando reconoce que no es así, empero insiste en ello, y ante eso no puedo decir nada, es su opinión, y la mía que los burros vuelan aún a pesar de que no se ha visto a ninguno por los cielos batiendo alas.
Yo: Opino que Cataluña fue un territorio originalmente anexado por la fuerza. Pero, en el blog (aparentemente no la has leído cuidadosamente), he admitido que, puesto que los catalanes votaron en el 78 (yo pensaba que había sido en el 75, pero estaba equivocado) a favor de la constitución, ratificaron su deseo de ser españoles. No hay ninguna incongruencia. Sólo sostengo que, si la voluntad popular crece abrumadoramente y hay suficientes muestras de ello (hasta ahora eso no ha ocurrido), la adhesión a al constitución tendría que ser suspendida, pues es muy peligroso gobernar a un colectivo que no quiere ser gobernado por un poder al cual considera foráneo.
Usted parte entonces de una base que es una falacia, como la de que Cataluña es un territorio anexionado por España a la fuerza ¿Y de dónde saca ese dato? Históricamente no se sostiene, salvo que defienda que Ramón Berenguer IV fue obligado a la fuerza a casarse con Petronila de Aragón lo que supuso la unión del condado de Barcelona y del Reino de Aragón, por lo que con el tiempo el territorio común sería conocido como Corona de Aragón. Fruto de esta unión fue que Ramón Berenguer pasó a ser el princeps o dominador de Aragón, ya que el rey aragonés Ramiro le hizo donación de su hija y de su reino para que la tuviera a ella y al reino en dominio... De entrada ya falla su teoría, La unión del condado de Barcelona y el reino de Aragón no fue, pues, el fruto de una fusión ni de una conquista, sino el resultado de una unión dinástica pactada.
ResponderEliminarY ya dando un salto en el tiempo para no aburrir, hay que destacar que cuando Napoleón invadió España incorporó a Cataluña al imperio francés, pero los catalanes, mire usted por donde, se sublevaron como el resto de españoles y lucharon para conseguir la independencia de ... España, y no de Cataluña, dado que una vez el ejercito francés se retiró de la península Ibérica los catalanes siguieron siendo españoles, y por eso dieron su vida contra el enemigo francés.
Es curioso que hasta el año 1901 en Cataluña no se hablase de nacionalismo catalán, y fue Valentí Almirall el primero en acuñar la afirmación de la conciencia nacional catalana... Ya ve, seguimos sin tener noticias de la invasión española en Cataluña.
Y ahora otro dato: El 14 de abril de 1931, el mismo día en que se proclamaba la República en Madrid, Francesc Macià proclamaba desde el balcón de la antigua Generalidad de Cataluña la República Catalana dentro de una federación de pueblos ibéricos. El hecho motivó preocupación fuera de los círculos nacionalistas, siendo solucionado con la restauración de la Generalidad de Cataluña. La posterior aprobación de la Constitución republicana que, tras enconados debates reconoció la posibilidad de autonomía regional, permitió la aprobación del Estatuto de Autonomía de Cataluña de 1932. En su virtud fueron instaurados un gobierno y un parlamento autónomos en Cataluña. Macià fue investido primer presidente de la Generalidad, cargo que desempeñó hasta su muerte en diciembre de 1933. Fue sustituido en el cargo por Lluís Companys. Las elecciones parlamentarias de 1933, primeras en las que las mujeres tuvieron derecho al voto, convirtieron a la conservadora CEDA en la principal fuerza política. Tras una etapa de gobierno minoritario del Partido Republicano Radical dirigido por el antaño revolucionario y ahora centrista Alejandro Lerroux, la CEDA exigió participar en el ejecutivo. Su entrada en el gobierno con tres ministros motivó que los socialistas convocaran la conocida como Revolución de 1934, que en Cataluña no fue secundada por el sindicato mayoritario, la anarcosindicalista CNT. Sin embargo, el 6 de octubre Companys proclamó "el Estado Catalán de la República Federal española". Carente del apoyo del movimiento obrero y contando con las únicas fuerzas de los Mozos de Escuadra y milicianos de su propio partido, el levantamiento fue sofocado por el Capitán General Domingo Batet. El gobierno español suspendió las instituciones autónomas catalanas, nombrando un ejecutivo provisional con participación de la Liga Catalana y los radicales. La autonomía fue restablecida tras las elecciones parlamentarias de 1936, que llevaron al poder a los partidos de izquierda agrupados en el Frente Popular, y que supusieron la amnistía para los participantes en la tentativa revolucionaria y la vuelta de Companys al gobierno catalán. Sigue...
Como ve, seguimos sin tener noticias de la toma de poder por la fuerza de España sobre Cataluña, y todos los datos históricos avalan la pertenencia de esta como un territorio más dentro de España, pero repito, no por su anexión por las armas, hecho que jamás podrá encontrar en ningún trabajo de historia serio.
ResponderEliminarY ya más recientemente: Tras las primeras elecciones generales, en 1977, se restauró provisionalmente la Generalitat, gracias al impulso de la sociedad civil catalana (representada por la masiva manifestación que tuvo lugar en Barcelona el 11 de septiembre de ese año) y la iniciativa del Gobierno de Adolfo Suárez, apoyada por el rey y las altas instancias del Estado. Al frente de la Generalidad restaurada se situó Josep Tarradellas, que había preservado la legalidad del autogobierno catalán como Presidente en el exilio, tras declarar su adhesión al rey y al proceso de reforma política. Tarradellas constituyó un gobierno autónomo provisional compuesto por representantes de las fuerzas más relevantes en aquel momento.
En 1979, se aprobó finalmente un nuevo Estatuto de Autonomía de Cataluña, netamente superior al de 1932 en algunos aspectos como enseñanza y cultura, pero inferior en otros como justicia, finanzas y orden público. En él, Cataluña se define como “nacionalidad”, se reconoce el catalán como “lengua propia de Cataluña” y alcanza la oficialidad junto al castellano. Tras su promulgación, tuvieron lugar las primeras elecciones catalanas, que dieron la presidencia de la Generalidad a Jordi Pujol, de Convergència i Unió, cargo que ostentaría, tras seis triunfos electorales consecutivos, hasta el año 2003.
Pero nacionalidad dentro de la nación española, no hay que confundir, como así mismo se la reconocieron a Galicia y al País Vasco.
Lo que ocurre hoy en día es que los nacionalistas catalanes necesitan una buena cortina de humo para distraer la atención sobre su ya innegable horrible mala gestión de su comunidad y los múltiples caso de corrupción que pesan sobre sus cabezas, y de esos polvos estos lodos, pero que Cataluña no es una colonia de España ni nunca lo ha sido son hecho históricos muy difíciles de manipular, y menos hacer creer, porque la historia no la he escrito yo, ni usted, sino nuestros antepasados, y ninguno jamás afirmó tal cosa, ni dentro ni fuera de Cataluña.
Si deseas seguir este debate, mejor envíame una dirección a la cual te pueda escribir directamente, porque escribir por este medio es muy limitado e incómodo
EliminarGracias pero no; los debates que se inician a la luz de los demás deben seguir siendo públicos. Además, lo que me interesa es que me digas de dónde sacas los datos históricos por los cuales afirmas que Cataluña es una colonia de España anexada a la fuerza, lo demás me parece ya irrelevante en tanto en cuanto hablamos de opiniones y no tan lejanas, dado que yo también defiendo el derecho de los ciudadanos -pueblos- a decidir libremente, como así se lo he expuesto a Roberto Augusto en su blog, pero no comparto las manipulaciones históricas ni las medias verdades, y mucho menos las mentiras para conseguir tal fin. Piensa que antiguamente no había internet y se mantenían buenos debates mediante cartas escritas de puño y letra, incluso yo jugué más de una partida de ajedrez por ese método, así que no tengo prisa.
ResponderEliminarLa historia siempre es una interpretación particular, y la nacionalista vive de ese juego. Enaltecer y glorificar cosas que no tuvieron en absoluto la importancia que se dicen, y buscar inicios y finales donde no los hay. Vivir de actos de fe y sermones constantes. Como una religión, vamos.
ResponderEliminar¿Qué estupidez es esa de sentirse o no sentirse catalán o español? La nacionalidad, lugar de nacimiento o de residencia, ni se siente ni no se siente, es axiomática. Los "sentimientos" hacia territorios siempre son infundados y adquiridos. Educados. En la familia, en casa, en el colegio, en los medios. Si a uno le adoctrinan desde pequeño acerca de "buenos y malos", de "nosotros y ellos", ¿qué narices va a sentir?
Si soy español, ¿puedo sentirme no Europeo a conveniencia? ¿puedo sentirme de Afganistán? ¿puedo sentirme "no blanco"? ¿puedo sentirme americano?
Por otra parte, y respecto al nacionalismo catalán, advierto que el autor no vive en Cataluña ni en España.¿Cómo se informa usted acerca de "sentimientos", convivencia y costumbres desde otro continente? Se lo pregunto sin acritud, porque la realidad dista mucho de las anécdotas y noticias interesadas publicadas en prensa.
Y, si le gusta la historia, ¿podría informarnos acerca de cómo y dónde se ha documentado? ¿ha estudiado los nacionalismos del Siglo XIX? ¿ha leído a Prat de la Riba? ¿le parece casual la conexión nacionalista de Prat de la Riba en Cataluña y Sabino Arana en Euskadi? Le serían de gran interés.
¿Ha consultado los Archivos originales de la Corona de Aragón? ¿Sabe de dónde proviene la actual bandera de Cataluña (la Señal Real de Aragón)?
¿Ha leído usted lo que dice la tan aclamada Constitución de la República de 1931?
Por cierto y ya que le gustan las hipótesis generacionales para plantear "derechos y no derechos", ¿ha estudiado usted la "variación de sentimiento catalanista o vasco" a lo largo de los siglos? ¿ha estudiado su relación con las políticas educativas y lingüísticas? ¿acaso cree que los nacionalistas (en este caso, vascos) no manipulan la historia por decreto, incluyendo símbolos y nombres.
¿De verdad no se ha enterado de cómo se las gastan los nacionalismos en España, que deciden dónde nació Colón en un pleno del Ayuntamiento?
Con todos mis respetos, creo que usted está pésimamente documentado sobre el papel jugado por Cataluña en España. También sobre el surgimiento y auge de los nacionalismos.
Y no estoy haciendo aquí ninguna apología de ningún otro nacionalismo, sino animándole a que vaya más allá de la propaganda nacionalista catalana y se informe de verdad, acudiendo a fuentes y documentos fidedignos, y no a reinterpretaciones románticas y antiespañolas que surgieron a finales del siglo XIX.
Si necesita fuentes o documentación, le animo a que la solicite y gustosamente, al menos yo, le puedo recomendar enlaces o lecturas. Puede empezar aquí a ver si le pica el gusanillo.
No se engañe amigo Daniel, el nacionalismo catalán sólo a dos cosas: una, a una tapadera para la mala gestión que ya le ha adelantado "misnoticiasdehoy".
Otra: a conseguir un concierto económico similar al del País Vasco, que básicamente consiste en que las regiones más pobres, menos industrializadas y con menos población y recursos, financien a una de las comunidades más ricas y privilegiadas.
Saludos.
Excelente post y muy bien traída la explicación de lo que es una nacionalidad
EliminarGabriel me permito plantearle una cuestión sobre este tema, por si se le ocurre algún comentario al respecto: si en una región pobre de un estado, que en base al concepto de soberanía compartida ha recibido siempre inversiones superiores a su fuerza económica, si en esa región se encuentra un día un pozo petrolífero de alto valor económico (o diamantes, etc.), ¿tiene esa región derecho a ejercer su autodeterminación e independizarse llevándose esta riqueza? La pregunta realmente es, en un estado soberano, ¿pertenecen los subterritorios sólo a los ciudadanos que por nacimiento o circunstancias de la vida están en un momento dado viviendo ahí?
ResponderEliminarUn saludo!
Hola Antón, tu pregunta es un gran reto, y no sé bien qué responder. Intuitivamente, yo diría que, en un caso como ése, la región no tiene derecho a separarse. Yo diría que la clave acá es preguntarse si esa región, en algún momento del pasado, soberanamente ha decidido formar parte o no del Estado al cual pertenece. Si, en votaciones democráticas y legítimas, sí decidió ser parte del Estado, entonces no tendría derecho a separarse al encontrar petróleo en su subsuelo. Pero, hay otras perpsectivas: los plesbiscitarios, por ejemplo, consideran que siempre cualquier región que así lo desee, tiene derecho a la secesión unilateral e incondicional. Es un tema muy complejo...
EliminarGracias Gabriel por la respuesta, creo que es un tema con muchos ángulos. Me cuesta mucho tomar una posición clara. Saludos!
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