He visto muchas películas que
retratan la vida y muerte de Jesús. La abrumadora mayoría tratan de ser fieles
a los evangelios. Como es sabido, los evangelios se contradicen en varias
cosas, pero los directores de estas películas acuden a ingeniosos recursos para
tratar de armonizar los relatos contradictorios. Ha habido directores valientes que se han atrevido a
romper con la versión tradicional de los evangelios, y han presentado tramas
alternativas; Martin Scorsese en La
última tentación de Cristo, es uno de las más prominentes.
Pero estas tramas alternativas
presentan una versión filosófica de lo que el director busca expresar, y muchas
son tan fantasiosas como los relatos de los evangelios. Son ciertamente
interesantes, pero yo siempre he tenido la esperanza de que se realice una
película en la cual se presente la historia de Jesús, tal como la cuentan los
historiadores críticos. El cineasta Paul Verhoeven (director de Robocop) ha tenido el proyecto de hacer
tal película desde hace muchos años, pero no se ha concretado.
Me sorprendió saber que en España,
sí se hizo un proyecto de ese tipo, bajo la dirección de Emilio Ruiz
Barrachina. Finalmente, la pude conseguir con piratería, y ya la he visto.
Cinematográficamente, la película no es nada del otro mundo. El vestuario, la
escenografía y las escenas de acción, pueden mejorar mucho (supongo, por
supuesto, que el presupuesto de la película no permitió algo más ambicioso). Las
actuaciones son aparentemente buenas (pero, el problema es la manía que tienen
los españoles de doblar las películas, y el doblaje hecho en España queda muy
mal; además, no me queda claro si algunos actores hablaban originalmente en
español y otros en inglés).
En fin, no soy crítico de cine. La
película me interesó, entre otras cosas, porque el guion contó con la asesoría
del profesor Antonio Piñero (un historiador cuyos libros he leído con gran
admiración). Al inicio, se promociona en la película que el guion está basado
en los estudios históricos sobre Jesús. En efecto, presenta una visión racionalista,
sin milagros. Pero, me temo que la película se toma muchas licencias poéticas,
pues incorpora varios detalles que no son históricos (y que, hasta donde
alcanzo a recordar, el mismo Piñero los desmonta en sus libros).
Se parte de la premisa de que Jesús
era nazarita. Se trata de una vieja teoría, la cual postula que el nombre “Jesús
el Nazareno”, no se debe propiamente a su supuesto lugar de origen (Nazaret),
sino a su condición de nazarita, a saber, aquellos que como Sansón, hacían
votos religiosos especiales. Esta teoría ha sido rechazada por varios
historiadores. Si bien Jesús pudo tener prácticas ascéticas mientras fue
discípulo de Juan, o en su estadía en el desierto, lo cierto es que bebía vino
(al punto de que se le acusaba de ser un glotón y borracho), de forma tal que
su voto nazarita es muy dudoso.
Se narra en la película la escena de
la mujer adúltera. Curiosamente, se presentan dos escenas: en una primera, una
mujer sí es apedreada. Luego, en una segunda escena, otra mujer adúltera está a
punto de ser apedreada, pero Jesús interviene con sus célebres palabras, “El
que esté libre de pecado…”. Me sorprendió mucho que se incluyera esta escena,
pues es archiconocido entre los historiadores que esta historia es legendaria:
está ausente en los manuscritos más antiguos del evangelio de Juan, y sólo fue
incluida siglos después.
En la narración del prendimiento y proceso
a Jesús, los judíos no tienen absolutamente nada que ver. Esto también me parece
dudoso. Es cierto que los evangelios distorsionan la historia, presentando a un
Pilato benevolente y a un Caifás agresivo que condena a Jesús por blasfemia
(declararse “Hijo de Dios” no habría sido blasfemia), y además, el juicio ante
el Sanedrín es legendario. Pero, es falso que las autoridades judías no
tuvieron absolutamente nada que ver. Seguramente sí hubo un juicio previo en el
Sanedrín, en ausencia de Jesús, en el cual se decidió su arresto.
La película representa a Judas Iscariote
como un vendedor de armas que provee al grupo de Jesús. Esto también me resulta
muy extraño. Ciertamente Judas pudo haber sido un celota que manejaba armas (y
quizás entregó a Jesús por su impaciencia ante el hecho de que Jesús no
organizaba una revuelta), pero hubo de formar parte del grupo de los doce
apóstoles. La película también narra que fueron los mismos romanos quienes lo
colgaron de un árbol. No descarto la posibilidad de que Judas fue asesinado,
pero en ese caso, supongo que sus asesinos habrían formado parte del mismo
grupo de Jesús, no los soldados
romanos. Desconozco si los romanos usaban la horca como método de ejecución,
pero presumo que, en aquel contexto, era mucho más común la crucifixión,
precisamente como medio de humillación pública y disuasión frente a posibles rebeldes.
La cronología de la película también
es extraña: la última cena ocurre antes de la expulsión de los mercaderes en el
Templo. En los evangelios, obviamente es a la inversa, pero en este caso,
favorezco la versión de los evangelios: Jesús habría organizado esa cena como
una forma de despedida, pues sabía que, tras el incidente en el Templo, su vida
estaba en peligro.
En la escena de la crucifixión, hay
dos detalles que también me hicieron ruido. Los clavos están colocados sobre la
palma de las manos. Sabemos que, de haber sido así, el cuerpo se hubiera
desgarrado; los clavos se colocaban sobre las muñecas. Y, no está presente la
consigna “Jesús Nazareno, rey de los judíos” en la cruz: es bastante probable
que este detalle sí sea histórico, pues revela que a Jesús lo ejecutaron los
romanos, por motivos puramente políticos, y que la supuesta acusación de
blasfemia no tuvo nada que ver.
Luego hay otras escenas que,
pudieron como no pudieron haber ocurrido. Por ejemplo, se narra que María, la
madre de Jesús, es un intento desesperado por persuadir a su hijo de que
abandone el ministerio, exhorta a María Magdalena para que seduzca a Jesús. A
su manera, Ruiz Barrachina da continuidad a la enorme lista de libros y
películas sensacionalistas que presentan una relación erótica entre Jesús y
María (aunque, en la película, tal relación no se consuma). La verdad, en
cambio, es que no tenemos ningún indicio de que la relación entre ellos hubiera
sido sexual.
Se narra también que José fue
asesinado por los romanos. De nuevo, esto es pura especulación, pero en este
caso, la veo más plausible que la relación erótica con María Magdalena. Pues,
Jesús ciertamente fue un nacionalista, y es posible pensar que, en su infancia,
durante la rebelión de Judas el Galileo y la destrucción de Séforis, debió
haber visto atrocidades cometidas por los romanos, y esto seguramente alimentó
en él su espíritu de resistencia y rechazo al invasor.
Uno de los aspectos más meritorios
de la película es la conversación que el evangelista Lucas tiene con el apóstol
Juan (el cual, se advierte en la película, no
es el evangelista). Se asume que Lucas es el compañero de Pablo (aunque los
historiadores no pueden estar absolutamente seguros de ello). Juan, ya mayor,
le reprocha a Lucas que está distorsionando los hechos en su evangelio, pero
Lucas se defiende con los argumentos típicos del poeta que explica que las
historias pueden adornarse con artificios literarios. La escena es a todas
luces ficticia, pero es un gran recurso para contrastar las creencias
originales de los seguidores de Jesús, con la distorsión de los evangelistas.
No obstante, hay un detalle que me generó ruido: al final de la película, Lucas
insiste en proclamar la resurrección, mientras que Juan la niega, y admite el
fracaso del maestro. Me parece que Juan, lo mismo que los seguidores más
próximos de Jesús, sí debieron haber creído en la resurrección, pues de lo
contrario, no habría forma de explicar cómo sobrevivió el movimiento.
Seguramente aquello fue un caso típico de disonancia cognoscitiva: ante el
choque de expectativas, los discípulos se negaron a abandonar su creencia
absurda de que Jesús era el Mesías, y reajustaron su creencia, interpretando
que su muerte formaba parte de un plan mesiánico que ya estaba delineado en las
propias escrituras (en el libro de Isaías y los Salmos), y que Dios lo había
resucitado.
Quiero
destacar dos muy buenas escenas que no tienen base propiamente en las
fuentes, pero que reflejan muy bien la personalidad y el mensaje de Jesús, y
que la actuación de Joel West las hace muy meritorias. En una ocasión, Jesús
busca la espada de su padre, pero su madre le dice que tuvieron que venderla,
para poder recoger fondos para comer. A esto, Jesús responde diciendo que en el
Reino, habrá plenitud de comida, de forma tal que éste no es el momento de
estarse preocupando por comida (Jesús sí dice en los evangelios que el Reino será como un banquete, y también dice en otro lugar de los evangelios que no es necesario preocuparse por cosas mundanas, pero el guionista ingeniosamente construye la escena con su madre para expresar ambos dichos que en los evangelios no forman parte de un mismo bloque). Esto retrata muy bien a un Jesús fanatizado.
En otra ocasión, durante el supuesto
milagro de la multiplicación de los panes (que, en la interpretación de la
película, no es más que un evento en el cual los discípulos compartieron su
comida), Jesús exige a un transeúnte que comparta su alforja, pero éste
responde que ha trabajado duro para conseguirla, y se niega a compartirla. Jesús,
en ira, le dice que será castigado en el Reino. Se trata de otra escena que
presenta a un Jesús fanatizado, pero además, ya en una faceta peligrosa, pues
impone a los demás una comunidad de bienes, aun si otros quieren conservar su
propiedad privada.
En fin, el guion de la película es
bastante bueno (maneja muy bien la ironía, por ejemplo, cuando es Jesús quien
besa a Judas condenándolo al infierno, y no al revés), y la recomiendo. Pero,
es falso que la película presente la versión de los historiadores. Ruiz
Barrachina rompió con la tendencia de Zefirelli o Gibson, de presentar una
versión tradicional del relato evangélico. Pero, no por ello dejó de tomarse
licencias poéticas. Aún estoy a la espera de que algún director trate de
presentar los hechos de la vida y muerte de Jesús, tal como probablemente
ocurrieron.
Buena disección, Gabriel.
ResponderEliminarYo la vi en junio, después de comprarla. No me gusta tener que decir esto: me decepcionó muchísimo. No por los motivos que tú esgrimes, sino por su pésima calidad artística, y esto no es opinión sólo mía, sino de todos los críticos que la han comentado. No hay ni un solo aspecto que se salve de la quema: la fotografía, los escenarios y vestuarios, la música (me gusta mucho el flamenco, pero aquí no pega ni con cola), las interpretaciones (salvando la del protagonista), las escenas de peleas (sonrojantemente mal hechas), el ritmo narrativo, etc. El montaje es horrendo y la unidad brilla por su ausencia. Por otra parte, le falta garra: la escena de la corona de espinas y la de la crucifixión dan pena, pero no por el sufrimiento de Jesús, sino por lo insípidas y malas que son.
El doblaje en España es de muy alta calidad, pero no en el caso de esta película, en el que han participado actores que con su mala dicción y entonación no hacen sino empeorar lo que vemos.
Estoy de acuerdo en tu valoración positiva del diálogo entre Lucas y Juan, y en la pega que le pones, pero además resaltaría una idea que me parece especialmente acertada y conmovedora a su manera: la sobrecogedora soledad de Jesús, totalmente abandonado por sus discípulos y arrastrando la cruz, cojo, por unas calles casi vacías. Esta escena ilustra y subraya muy bien el extraño éxito del cristianismo, dado que Jesús fue una figura casi con toda seguridad muy poco importante y apenas conocida durante su vida e incluso poco después de su muerte. También acierta esta película en la puesta en escena de la expulsión de los mercaderes, en la que vemos cómo se vale de la ayuda de sus discípulos para hacer frente a la oposición de aquéllos.
Las inexactitudes que tú enumeras yo no las valoro negativamente, y en parte me parecen licencias poéticas acertadas: el asesinato de José, el empeño de su madre en buscarle mujer a su hijo (muy verosímil, conociendo a las madres y sabiendo como sabemos que tanto ella como sus otros hijos veían a Jesús como un lunático), la muerte de Judas.
El director de la película es buen escritor y documentalista, pero la ficción cinematográfica le viene muy grande. Al poner su película al lado de "La Pasión" de Gibson, por ejemplo, se ve cómo una buena película puede serlo con independencia de la veracidad o verosimilitud de lo que cuente.
Lo mejor que puedo decir de la película es que me ha hecho más sensible con respecto a los lunáticos, especialmente los lisiados (y hablo en serio, la escena de la cruz por las calles casi me hizo llorar, puesto que Jesús ahí me dio más pena incluso que el flagelado de la versión de Gibson).
Y ahora que me estoy leyendo "La Biblia desenterrada", un comentario al respecto de la disonancia cognitiva de los seguidores de Jesús, que dio lugar al nacimiento de una nueva religión que se iría alejando progresivamente del judaísmo: también en éste se produjeron mucho antes del siglo I casos de graves disonancias cognitivas, por ejemplo, el fracaso de las profecías que predecían la prosperidad y los triunfos de un Israel unificado gracias al piadoso reinado de Josías: los autores de la historia deuteronomista no supieron asumir ese fracaso, de ahí que describieran telegráficamente la muerte violenta de Josías y encontraran problemas teológicos para explicar las posteriores desgracias de los judaítas.
Hola Jose, gracias por ese comentario tan nutrido.
Eliminar1. Ciertamente, las escenas de combate y la coronación de Jesús resultaron patéticas. A mí también me gusta el flamenco, y te diría que, a diferencia de ti, no lo vi mal en esta película. Según he escuchado, el flamenco en España es música de clases bajas. Si se quiere presentar a un Jesús rebelde, no estaría mal.
2. Lamentablemente, querido amigo, no comparto tu opinión de que los dobales en España son buenos. Los considero sobreactuados. Quizas sea mi chauvinismo latinoamericano, que no se adapta a acentos extranjeros. Pero, en todo caso, el doblaje despoja de actuación original. Acá en América en ningún cine pasan películas dobladas; todas llevan subtítulos. ¿Por qué no es así en España? ¿Hay pereza en leer los subtítulos?
3. Yo no veo mal las licencias poéticas. Pero, hay que ser honestos, de forma tal que no debe decirse al inicio que esta película refleja el punto de vista de los historiadores, porque no es así. No creo que los historiadores acepten que a Judas lo mataron los romanos.
4. Sí, yo he leído La Biblia desenterrada, y me pareció un libro magnífico. Y, en efecto, la muerte de Josías generó una tremenda disonancia cognoscitiva. Incluso, replanteó toda la relación de Dios con el sufrimiento: si Josías era tan justo, ¿cómo permitió Dios que muriera?
Aunque el flamenco se asocie a clases pobres, en mi opinión no es una idea acertada ponerlo en una historia que se desarrolla en Judea. Para estas zonas de Oriente Próximo pegan músicas como la de "La Pasión" de Gibson, que es perfecta, por mucho que se trate de un estilo moderno alejado de las escalas antiguas que sonarían en aquella parte del mundo; pero al menos, esa música oriental nos evoca esa geografía. El flamenco nos evoca Andalucía, y no toda.
EliminarNo había reparado en eso que dices del doblaje español, supongo que porque llevo toda la vida oyéndolo, pero ahora que lo pienso, sí puede que sobreactúen. Las razones del doblaje creo que son históricas: en España la competencia del inglés no es tan fuerte como en América Latina, debido en parte a la lejanía de EEUU y Reino Unido, y en parte a la relativa importancia del castellano. Le gente aquí siempre ha aprendido muy mal el inglés, incluso ahora que en la escuela se empieza a estudiarlo mucho antes que en mi época. Supongo que por eso no se acostumbra al acento inglés, le extraña y repele, y por eso las doblan. Y sí, leer subtítulos durante más de una hora es un coñazo, incluso para mí, que con algunas películas sólo quiero la versión original.