En
un libro reciente, Religions and
Extraterrestrial Life, David Weintraub informa lo que distintas religiones
dicen respecto a la posibilidad de vida extraterrestre. En su informe,
Weintraub documenta que casi todos los grupos cristianos están abiertos a la
posibilidad de vida extraterrestre, y no considerarían fatal para sus alegatos
religiosos el descubrimiento de vida extraterrestre inteligente. Las
excepciones son los evangélicos fundamentalistas y los Testigos de Jehová,
quienes insisten en que no puede haber vida extraterrestre, de lo cual se
deriva (pocas veces de forma explícita), que el descubrimiento de alienígenas
invalidaría el cristianismo.
Para los cristianos que sí están
dispuestos a aceptar la posibilidad de vida extraterrestre, aparecen algunos
problemas. ¿Tienen pecado original los alienígenas? En caso afirmativo, ¿la
muerte de Cristo los redimió del pecado?, y ¿es necesario predicarles el
evangelio? Frente a estas cuestiones, estos cristianos básicamente tienen tres alternativas: 1) Negar que los
extraterrestres tengan pecado original; en virtud de ello, no les fue necesaria
la muerte de Cristo, y no es necesario predicarles el evangelio. 2) Aceptar que
los extraterrestres tienen pecado original, en vista de lo cual necesitan la
redención mediante la muerte de Cristo, y requieren de la predicación del
evangelio. 3) Aceptar que tienen pecado original, pero que Dios tuvo otra
encarnación para ofrecerles la redención en su mundo, en vista de lo cual no sería
necesario predicarles el evangelio.
Yo veo problemas en cualquiera de
las alternativas, como ya las vio en el siglo XVIII, el racionalista Thomas
Paine. Si se niega que los extraterrestres tengan pecado original, y que por
ende, no necesitan del cristianismo, entonces se estaría negando el carácter
universal de esta religión; el cristianismo sería más afín a una religión
tribal que tiene aplicabilidad en una pequeña parroquia, pero no en el universo
entero. Cristo sería el salvador de la humanidad, apenas una esquinita en un
vasto universo que no necesita de él. Cristo sería algo así como un pequeño
sargento que comanda una tropa, pero de ninguna manera el ejército entero.
Además, la posibilidad de que los extraterrestres no
tengan pecado original deja mal parados a los propios cristianos que tratan de
conciliar la ciencia con el cristianismo. Pues, según estiman, los extraterrestres
no tendrían pecado original, en tanto no descenderían de Adán y Eva. Con esto,
estos cristianos parecen asumir que Adán y Eva eran personajes históricos, algo
absolutamente incompatible con la teoría de la evolución (insólitamente, muchos
de estos cristianos asumen que su religión no contradice la teoría de la
evolución, pero siguen aceptando al Adán histórico).
Si se acepta que los extraterrestres tienen pecado
original, y que necesitan de la redención de Cristo, también aparece un
problema. Pues, se estaría exigiendo que los extraterrestres asuman a un
personaje muy, muy distinto a ellos, como su salvador. Los extraterrestres
estarían en la extraña posición de tener que adorar a un personaje que para ellos,
sería tan distante como para nosotros es, supongamos, una cucaracha. Sería muy
extraño para nosotros adorar a E.T. como nuestro redentor; un mínimo ejercicio
de empatía debería conducirnos a pensar que para los extraterrestres, aceptar a
Cristo sería igualmente extraño, e incluso, repugnante. Asumir que los extraterrestres
necesitan a Cristo sería tremendamente antropocéntrico.
Por último, si se acepta que los extraterrestres
tienen pecado original, pero que Dios encarnó en su mundo, para asegurar su
salvación, entonces se estaría violando la integridad del mensaje cristiano
original. La idea de múltiples encarnaciones no me parece descabellada, de
hecho, algo parecido postula la doctrina de los avatares en el hinduismo. Pero,
el credo cristiano es muy claro: Jesucristo es el único Hijo de Dios. Así, al
menos, ha quedado proclamado en el credo apostólico, el de Nicea, y otros que
han definido la doctrina cristiana. Allí donde los hindúes están dispuestos a
admitir que Cristo es un avatar, los cristianos no están dispuestos a admitir que Rama o Krishna son encarnaciones
de Dios, y por extensión, tampoco aceptarían que E.T. sea la encarnación de
Dios en Marte.
Al final, en este asunto, yo francamente admiro más
a los fundamentalistas evangélicos que están dispuestos a asumir un riesgo.
Ellos han apreciado las enormes dificultades que la existencia de vida
extraterrestre supondría para su sistema de creencias, e implícitamente,
estarían admitiendo que el descubrimiento de vida extraterrestre invalidaría el
cristianismo.
En cambio, me parece que los cristianos que tratan
de hacer un acomodo entre sus creencias y la posibilidad de vida
extraterrestre, operan bajo una tremenda disonancia cognoscitiva. En vez de
aceptar los hechos, tratarían de conciliar lo inconciliable. Y, en vista de que
cada vez parece más razonable la posibilidad de que aparezca vida
extraterrestre en algún momento, se anticipan para hacer el ajuste. Pero, como
he sostenido, me parece una empresa fútil.
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