Cualquier
persona que viaje por España sabrá que Andalucía es la región más pintoresca de
ese país, y que, como dice la bella canción, Sevilla tiene un duende. Pero, por
supuesto, parte de ese duende es el atraso cultural.
No
debería sorprender, entonces, que una población a menos de 50 kilómetros de
Sevilla, el Palmar de Troya, sea la sede de uno de los movimientos religiosos
más fanatizados y retrógrados que haya conocido el catolicismo: la Iglesia
Católica Palmariana.
El
Concilio Vaticano II tuvo sus enemigos: tradicionalistas que reprochaban la
apertura al diálogo ecuménico y el abandono de la liturgia antigua. Algunos,
como el padre Lefebvre, manifestaron su desdén, pero trataron de mantenerse
fieles a Roma. Otros fueron más lejos, y rompieron definitivamente con el
Vaticano. La Iglesia Católica Palmariana es uno de esos grupos.
La
historia de este grupo religioso empieza en el año 1968, cuando cuatro niñas
alegaron tener visiones de la Virgen María en el Palmar de Troya. Esto es ya
muy común en el catolicismo. A diferencia de las visionarias de Lourdes o
Fátima, estas muchachas pronto perdieron prominencia, pero no por ello su
movimiento se disipó. En cambio, otros personajes aprovecharon la coyuntura de
excitación religiosa, y eventualmente lanzaron su propio movimiento religioso.
Por
aquella época, el arzobispo vietnamita Ngo Din Thuc (hermano del dictador
vietnamita apoyado por los EE.UU., quien reprimió duramente a los budistas para
favorecer a los católicos en su país) se convenció de que aquellas apariciones
eran reales, y sin aprobación del Vaticano, decidió ordenar como sacerdotes a Clemente
Domínguez y Manuel Alonso, dos miembros de la comunidad palmariana.
Thuc
eventualmente se desvinculó de Domínguez y Alonso, en un intento por
congraciarse con Roma. Pero, ya el movimiento estaba en marcha. Cuando murió
Pablo VI, Domínguez alegó recibir una visita de Cristo, se se declaró Papa bajo
el nombre de Gregorio XVII, y Alonso empezó a organizar a la comunidad como un
papado alternativo. Alonso hizo su labor con bastante destreza, pues logró
recaudar muchísimos fondos, al punto de que los palmarianos pudieron construir
una inmensa catedral, y expandir su actividad misionera por varios países.
Los
palmarianos empezaron a promover una versión brutal del catolicismo: el propio
Gregorio XVII tenía estigmas terroríficos y los sacerdotes se producían heridas
gravísimas con mutilaciones genitales. Naturalmente, cerrados al progreso,
celebraban la misa tridentina en latín. Se impregnaron de la paranoia
anti-comunista que siempre tuvo el catolicismo español, llevándola a extremos
insospechados. Canonizaron a San Francisco Franco, San Benito Mussolini, San
Don Pelayo, y otros personajes tan queridos por los fachas. Excomulgaron a los
Papas romanos posteriores a Pablo VI (eran devotos de este Papa, pero alegaban
que había sido secuestrado y drogado por cardenales comunistas, y eso explica por
qué a veces decía cosas no acordes al tradicionalismo), así como a todos los
comunistas del mundo.
Naturalmente,
esta secta genera repulsión en mucha gente. Yo, en cambio, le tengo alguna
simpatía. Mi simpatía no está dirigida, por supuesto, hacia sus prácticas y
creencias retrógradas. Los palmarianos me resultan simpáticos, sólo porque veo
en ellos una parodia de la propia Iglesia Católica Romana, y esto nos permite
descubrir mejor la propia corrupción del catolicismo.
La
Iglesia Católica Romana desaprueba a los palmarianos, y los considera una
secta. Pero, como bien nos recuerdan lo sociólogos de la religión, más allá del
peso demográfico, no existe un criterio objetivo por el cual se pueda distinguir
a una secta de una religión. La Iglesia de Roma ve como psicopatología las
automutilaciones y las estigmas de los palmarianos, pero, ¿cuándo esperaremos
del Vaticano un pronunciamiento sobre la psicopatología de Francisco de Asís,
un hombre que además de producirse estigmas, alegaba también hablar con los
animales?
La
Iglesia Católica Romana reprocha a los palmarianos creer que José fue ascendido
al cielo en cuerpo y alma. Pero, ¿es acaso menos absurda que la creencia de que
María fue también ascendida en cuerpo y alma? (valga agregar, al menos la creencia
de los palmarianos sobre José no fue impuesta de forma totalitaria por vía de
la infalibilidad papal, a diferencia de la creencia en la asunción de María).
Nos da
asco que los palmarianos canonicen a Franco, Mussolini y Hitler. Pero, ¿no
debería darnos asco también que Juan Pablo II, en una movida claramente
politizada, elevara a Pío XII (un cómplice de los nazis con su silencio) a
beato?
Sospechamos
que Domínguez (un simplón de pueblo que nunca tuvo la suficiente capacidad para
ser sacerdote) fue el tonto útil de Alonso, un hábil empresario que vio en
aquellas devociones marianas la oportunidad para hacer negociazos. No creo que
la propia Iglesia Católica Romana haya tenido esos mismos orígenes
mercantilistas. Pero, así como reprochamos a los palmarianos el ser una fachada
para el lavado de dinero y la evasión fiscal de sus donantes, ¿qué esperamos
para reprochar duramente al arzobispo Marcinkus y su fiasco del Banco Vaticano,
que también ha servido para que los mafiosos del mundo laven su dinero?
La
Iglesia Católica Palmariana, lo mismo que lo cultos ufológicos, los moonies, y
tantos otros, son sencillamente manifestaciones de aquello que ha venido a
llamarse “nuevos movimientos religiosos”. Toda nueva religión, en sus inicios,
enfrenta la oposición de las antiguas religiones. Toda religión fue, en sus
inicios, una secta. Parte de esa oposición consiste en pretender patologizar
las creencias y prácticas raras. Quizás, como en el caso de los palmarianos,
efectivamente muchas de sus prácticas y creencias son patológicas. Pero,
deberíamos reconocer que esas mismas patologías están también en las grandes
religiones del mundo. Por ello, deberíamos ser más consistentes, y apreciar
que, básicamente, la única diferencia entre la patología palmariana, y la
patología del catolicismo romano, es que la primera aqueja a poco más de mil
personas, mientras que la segunda aqueja a poco más de mil millones de
personas.
¿Qué es una secta? El experto Manuel Guerra nos responde en su Diccionario enciclopedico de Sectas : define a la secta como:
ResponderEliminarUn grupo autónomo, no propiamente cristiano, de estructura piramidal, sin crítica interna, fanáticamente proselitista, desentendido de la cuestión social, exaltador del esfuerzo individual, que espera el inminente advenimiento de una era intramundana, ya colectiva (especie de paraíso en la tierra tras una catástrofe cósmica: fin del mundo, guerra mundial o sin ella) ya individual (una transformación maravillosa del adepto, su llegar a ser “superhombre”
Hola Alfonso, encuentro bastante problemática esta definición.
Eliminar1, Un grupo autónomo. ¿Autónomo respecto a quién? El Islam es autónomo respecto al Vaticano, el catolicismo es autónomo respecto a la presidencia de los mormones en Utah. ¿Son por ello sectas?
2. Estructura piramidal. ¿Hay alguna estructura más piramidal que la del Vaticano?
3. Sin crítica interna. En este criterio puedo estar más de acuerdo, pero todas las religiones suprimen en algún grado la crítica interna. El catolicismo promulga algunas doctrinas de fe que son incriticables.
4. Desentendido de la cuestión social. Hay "sectas" que se preocupan por cuestiones sociales (Hare Krishnas), y hay "religiones" que se desentienden de la cuestión social (hasta cierto punto el budismo).
5. Exaltador del esfuerzo individual. Hay "sectas" marcadamente colectivistas (el templo de Jim Jones), y hay religiones que exaltan muchísimo el esfuerzo individual (los calvinistas).
6. Que espera el inminente advenimiento de una era intramundana. Todos los movimientos apocalípticos calificarían en este renglón, incluyendo el propio cristianismo en sus inicios.
7. No propiamente cristiano. Entonces, ¿la gente del Palmar de Troya no es propiamente cristiana?
Hola Gabriel, gracias por leer mis comentarios :
Eliminar1º Un grupo autónomo, obviamente e incluso por cuestiones puramente etimologicas una "secta" es un grupo independiente de otrareligión o filosofía.
2º y 3º; en realidad Guerra señala que mientras la mayoríade religiones permiten hasta cierto punto claro, la opiión pública las sectas son ferreamente disciplinadas. Aquellas personas que desde el interior del adventismo denunciaron los fracasos profeticos de Ellen White como fueron, en los casos más sonados, el profesor australiano Desmond Ford, o el profesor de medicina californiano Ronald Numbers o el pastor de la secta Walter T. Rea, ya mencionado, fueron fulminantemente expulsados con una cleridad y mucha más severidad que los teologos disidentes católicos en las últimas decadas.
4ºObviamente si crees en un fin del mundo inminente no te vas a preocupar ni de la política ni de los problemas sociales; los testigos de Jehova serían el ejemplo tipico: tienen prohibido votar, participar en huelgas, afiliarse a sindicatos y partidos políticos...
5º Todos los movimientos apocalípticos son sectarios según Manuel Guerra (Guerra también sostiene que el 90% de las sectas son no destructivas). El cristianismo primitivo no creía en una proxima parusia : http://contralaapostasia.com/2010/05/25/en-el-judeocristianismo-palestino-del-siglo-i/
7º no es propiamente cristiano porque rechazan el minimo inprescindible para ser cristiano (crenncia en la plena divinidad de Cristo). El catecismo supuestamente "cristiano" palmariano es teologicamente para poner los pelos en punta
1. No entiendo bien qué me dices en este punto.
Eliminar2 y 3. El catolicismo no tiene un buen registro de tolerancia de opiniones adevrsas, y remito a la Inquisición como el ejemplo más evidente. Bajo ese estándar, entonces, el catolicismo era también una secta en el siglo XVI.
4. Estamos de acuerdo. Pero, insisto, el cristianismo primtiivo califica entonces también como una secta apocalíptica.
5. Estoy firmemente en desacuerdo acá. El cristianismo primitivo sí tenía una firmísima creeencia en una próxima parusia. I Tesalonicenses es el documento más emblemático al respecto, pero de ningún modo el único
7. Hasta donde sé, los palmarianos no rechazan la divinidad de Cristo, pero bien podría equivocarme. Pero, en todo caso, los Adventistas sí son a todas luces cristianos (sí aceptan la divinidad de Cristo), pero con todo, los llamas una "secta". Nuevamente, no me parece que la definición es apropiada.
En resumen, los rasgos específicos de una secta es que se trata de un “grupo autónomo, no propiamente cristiano, de estructura piramidal, sin crítica interna, fanáticamente proselitista, desentendido de la “cuestión social” (cosa logica si el armagedon es inminente), exaltador del esfuerzo individual, que no acepta la Biblia como única fuente escrita de la Revelación divina (Libro de Mormon, revelaciones deEllen White, las supuestas profecias de la Gran Piramide de Rusell)y espera el inminente advenimiento de una Era nueva intramundana, ya “colectiva” o especie de paraíso en la tierra tras una catástrofe cósmica (fin del mundo, guerra mundial) o sin ella, ya “individual” o de una transformación-autorrealización maravillosa del adepto”.
ResponderEliminarPregunta: Francisco de Asís alegaba hablar con animales y se autoinfligió heridas o relatos y la piedad popular medievales comunicaron tales historias?.
ResponderEliminarNo sé gran cosa sobre Francisco de Asís. No sé si lo de hablar con animales es leyenda posterior o no. Sí parece cierto que se autoinfligía las estigmas.
EliminarPregunta: Francisco de Asís alegaba hablar con animales y se autoinfligió heridas o relatos y la piedad popular medievales comunicaron tales historias?.
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