miércoles, 12 de agosto de 2015

Sobre "salvajes" y "primitivos"

            Los antropólogos, siempre temerosos de la policía que vigila y castiga lo políticamente incorrecto, sienten un gran temor en utilizar las palabras “primitivo” o “salvaje” a la hora de referirse a las sociedades tribales que tradicionalmente ha estudiado esta disciplina.
No siempre fue así. Los inicios de la antropología están en el colonialismo. Los primeros antropólogos sirvieron de informantes a las autoridades coloniales, quienes esperaban dominar mejor a través del conocimiento de las costumbres de los pueblos colonizados. Y, en tanto estos primeros antropólogos estaban imbuidos de la mentalidad colonialista (aquella que Kipling elocuentemente describió en su poema La carga del hombre blanco), no tenían ningún pudor en referirse a los nativos como “primitivos” o “salvajes”.
Pero, a medida que los imperios se fueron desmembrando después de la Segunda Guerra Mundial, y empezó a germinar la gran culpa blanca, la antropología se imbuyó de relativismo cultural. Cada cultura, se decía, tenía que ser evaluado en términos propios. Y, en ese sentido, se rechazaba la idea de que hubiera pueblos más avanzados que otros. Se empezó a enseñar la extraña idea, según la cual, no hay parámetros universales para medir el avance o desarrollo de una sociedad; las sociedades son distintas entre sí, pero ninguna es superior o inferior.
Las palabras “primitivo” y “salvaje” pasaron a ser anatema. Los pocos antropólogos que las utilizaban, lo hacían en tono sarcástico, precisamente para reafirmar su relativismo cultural. Levi-Strauss, por ejemplo, hablaba de un “pensamiento salvaje”, pero sólo para asegurarnos que los supuestos salvajes en realidad no son tales, sino que piensan de forma muy parecida a nosotros. Así, para los antropólogos, hablar de “salvajes” y “primitivos” se convirtió en algo tan ofensivo como llamar a un africano un “negrata”, o a un sudamericano un “sudaca”. La organización Survival International (la cual se empeña en impedir el acceso de las sociedades tribales a la modernización), ha promovido un eslogan de rechazo a la calificación de “primitivo”: “Orgullosos, no primitivos”.
Tengo la esperanza de que esto cambie (no soy optimista de que esto ocurrirá pronto), y que los antropólogos pierdan el temor de usar las palabras “primitivo” y “salvaje”. La premisa relativista cultural que subyace tras ese desdén por esas palabras, es tremendamente problemática. ¿Es sensato suponer que un rascacielos no es más avanzado que una choza? ¿Son igualmente valorables la medicina tradicional y la medicina científica? ¿Valen lo mismo un Estado que monopoliza la violencia, y una sociedad acéfala en continuas guerras? No, no y no.
Sí hay sociedades más avanzadas que otras. Podemos discutir largo y tendido cuáles son los criterios para establecer esa jerarquización; ciertamente es una tarea ardua, pero no imposible. El historiador John Baker, por ejemplo, enumeró 21 criterios bastante razonables para determinar cuán avanzada es una civilización.      
Al aceptar que sí hay sociedades más avanzadas que otras, podemos también aceptar que aquellas sociedades menos avanzadas, son las más primitivas. La palabra “primitivo” procede de primus, primero. La implicación es que las sociedades primitivas son más parecidas al estado natural del hombre, aquella fase primaria de nuestra existencia como especie. Esas sociedades viven, por así decirlo, en la infancia de la humanidad.
Muchos antropólogos protestan, y señalan que las actuales sociedades tribales no son una ventana al Paleolítico. Tienen razón parcialmente. Las sociedades tribales contemporáneas han tenido contacto con vecinos más modernizados, de forma tal que no son paleolíticas en pleno sentido. Y, aun si no hubieran tenido contacto con vecinos más modernizados, estas sociedades no se han quedado paralizadas en el tiempo por completo; han tenido una evolución, sólo que ha sido distinta a la occidental. Pero, sería insensato negar que estas sociedades son más parecidas a cómo la humanidad hipotéticamente vivía en el Paleolítico, que a nosotros los occidentales modernos.

La palabra “salvaje” puede parecer también ofensiva, pero en el fondo, no lo es. “Salvaje” quiere decir, sencillamente, aquel que vive en estado natural. No pretendo negar que las sociedades tribales tengan cultura. No son bestias. Pero, los mismos grupos primitivistas se ufanan de que estas sociedades tribales viven en mayor armonía y mayor contacto con la naturaleza. Por ende, estimo, la palabra “salvaje” no es tan desacertada para describirlos, pues precisamente, la civilización no ha reprimido tanto su conducta, y viven de forma más parecida a cómo vivíamos los seres humanos antes de que la civilización impusiese sus códigos.

2 comentarios:

  1. Estoy totalmente de acuerdo con su opinion. Tambien con la acotacion de que cada cultura evoluciono en forma distinta a la occidental segun sus circunstancias y sus medios. El problema que veo es que salvaje y primitivo son terminos desfasados. Los Incas fueron el unico imperio digno de ese nombre de la america precolombina gracias a que tenian el unico animal de carga, la llama. No aguantaba mucho peso como un burro o un caballo, pero permitio a los incas tener un ejercito sin el lastre de los porteadores humanos.
    Hay aspectos que por supuesto son relativos, pero usted tiene por completo razon al decir que unos pueblos son avanzados y mas desarrollados que otros. Los Mayas nunca pasaron de la ciudad estado por que al carecer de un animal de carga sus conquistas y poder militar fue mucho mas limitado. Pero en el plano intelectual y cientifico (cuando menos en astronomia y matematicas) estaban mucho mas adelantados que los incas, incluso de los europeos.
    El quipu para la administracion y control logistico del imperio era mas que suficiente, pero no servia para almacenar y difundir las ideas y el conocimiento como lo hacia la escritura Maya, que tenian la nocion del 0. Pero la escritura Maya por su complejidad solo estaba reservada para una selecta elite. La escritura alfabetica no es que fuera superior, ni mas avanzada, solo era mucho mas sencilla y accesible.
    En esos aspectos es en que creo que vale relativisar, pero haciendo enfasis y distinciones claras. Un rascacielos de acero y hormigon es por supuesto superior a una choza de paja y tierra. Pero una choza no necesariamente significa que su pueblo sea salvaje o primitivo, sencillamente son los medios con que dispone para hacer sus viviendas.
    En mi opinion si hoy podemos hacer edificios de acero y hormigon es por que tenemos los medios y las ideas para usarlos mejor. El problema con los terminos de salvaje y primitivo, ademas de su uso despectivo, es que son insuficientes. Una choza de barro y paja comparado con un rascacielos puede parecer salvaje y primitiva, pero comparada con un paravientos de hojas y ramas es mucho mas avanzada. Lo ideal seria utilizar terminos que dijeran en forma clara el nivel de complejidad y desarrollo que se tiene. Agrafas, si no tienen escritura, nomadas, sedentarios, edad de piedra, edad de hierro, etc por poner ejemplos

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    1. Sí, yo podría estar de acuerdo con el uso de esos términos alternativos. Pero, me molesta que los antropólogos híper-sensibilizados se escandalicen cuando alguien habla de "primitivos"

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